Hoy quiero dirigirme a vos, que elegiste Funes para vivir, solo, en pareja o con tu familia.
Tal vez lo elegiste por el verde, por la paz, por la tranquilidad, por su aire tan diferente al de la gran ciudad.
O tal vez por tu familia, para que tus hijos puedan crecer en un ambiente sano, puro, en la naturaleza. Un lugar en donde puedan jugar en los patios, en las calles, andar en bicicleta, encontrarse en las plazas o poder remontar un barrillete.
Sea cual fuere el motivo, seguramente encontraste en Funes ESO que viniste a buscar, y esa expectativa que tenías cuando la elegiste
se vió superada.
se vió superada.
¿Que bendición, no?, vivir en un lugar como Funes, donde mas allá de algunas carencias en lo que a servicio e infraestructura se
refiere, tiene todo lo que uno buscó siempre como el lugar ideal para vivir.
refiere, tiene todo lo que uno buscó siempre como el lugar ideal para vivir.
Ahora bien, si Funes es el lugar que elegiste para vivir, por alguno o todos los motivos antes mencionados, ¿porqué lo maltratás?
Si te sedujo la tranquilidad de sus calles, tanto para circular en bicicleta, caminando o para que tus hijos puedan jugar como no pueden hacerlo en la gran ciudad, ¿porqué vas tan fuerte con tu auto?, ¿cual es tu apuro?. Viniste a relajarte, a vivir mas tranquilo, "bajando un cambio", pero cuando agarrás el auto parece que te olvidás, y andás como loco por las calles de Funes, levantando tierra, poniendo en peligro tu vida y lo que es peor, la de los demás, la nuestra, la de tus vecinos.
¿No te pusiste a pensar que tus hijos pueden estar jugando en la calle?.
Transcurridos ya ocho años de vida en Funes sigo sin entender a la gente como vos, que vino buscando la paz y la tranquilidad de Funes, pero cuando se mudaron, además de la familia, las mascotas y los muebles, se trajeron algo que pretendían dejar de lado cuando eligieron Funes: El apuro.
Cuando te veo como loco pegado al paragolpes trasero de mi auto, tratando por poco de pasarme por arriba, siento una mezcla de pena,
bronca, resignación y lástima. No te entiendo. No entiendo a quien corrés, porqué tanto apuro. A veces miro por el espejo retrovisor y veo que llevás chicos a la escuela, ¿que ejemplo le estás dando?, ¿el de vivir apurado?.
bronca, resignación y lástima. No te entiendo. No entiendo a quien corrés, porqué tanto apuro. A veces miro por el espejo retrovisor y veo que llevás chicos a la escuela, ¿que ejemplo le estás dando?, ¿el de vivir apurado?.
Sos el que no podés esperar, el que nunca cede el paso a peatones y ciclistas, el que "mete la trompa" en cada esquina para ganar un par de segundos en la loca carrera que te lleva ¿donde?. No pensaste en levantarte diez minutos antes y andar en la calle tranquilo, disfrutando de lo que viniste a busca a Funes.
Sos el que anda a mas de 40 km/h en calles de tierra, y sabés (o deberías saberlo) que a esa velocidad un vehículo auto no frena en esa superficie, y lo que se te cruce de imprevisto -otro auto, una bici, una moto, un chico, un anima- no va a tener un final feliz. Pero no te importa, tu apuro es mas importante.
Te molestan los que circulan a velocidad normal, te molestan los lomos de burro, los semáforos, te ponés loco si agarra la barrera del tren, te molesta cruzar la ruta 9, pasás por la banquina a los que esperan el verde en los semáforos, sos el que no puede esperar.
Si sos uno de estos, estás a tiempo de parar, de adaptarte a la ciudad que elegiste para vivir. Estás a tiempo de bajar un cambio y de empezar a disfrutar de la vida y de nuestra ciudad de otra forma. Es una invitación sincera para que formes parte del cambio que todos queremos para nuestra ciudad. Todos queremos vivir en una ciudad calma, con prioridad para el peatón y el ciclista, es la ciudad que elegimos para vivir.
Si no podés adaptarte a nosotros, nosotros tampoco nos podemos adaptar a vos. Vos sos el inadaptado en esta historia.
PD: Gracias Bicicultura funes por permitirme el uso de la ilustración