En tres meses te hacen la casa y te ahorran el dolor de cabeza de construir

Abrieron su Showroom a la entrada de Funes City 

para mostrar su propuesta innovadora en viviendas.

Fuente: punto biz

Construir la vivienda propia genera gran estrés a cualquiera que se embarque en dicha tarea. En un plazo que como mínimo lleva un año, el propietario del lote tiene que lidiar con los cambios de precios de las materias primas, los presupuestos, los arquitectos y los albañiles. Y no sólo eso: familias de clase media que habían comprado lotes se encuentran ahora con el problema de que se dispararon los costos de materiales y mano de obra, por lo que empezar a construir es casi imposible. Y con miras a hacer menos traumático el proceso y apuntando a bolsillos ajustados, Boku Home abrió este sábado su showroom en Funes en el que exponen las casas hechas en containers marítimos reciclados.

El diseñador Fabián Alegre, la arquitecta Paulina Lluch y el contador Mauricio Vago vieron la potencialidad del negocio que ya marca tendencia en el resto del mundo y abrieron Boku Home. Se trata de la primera firma rosarina dedicada al modelo de construcción modular logrado a través del reciclaje de containers.

“Utilizamos containers que cumplieron sus 15 años de uso en la industria marítima y ya no son aptos para su uso como tal, pero siguen siendo sumamente resistentes y nos permite la utilización de muy pocos materiales adicionales”, contó a punto biz Fabián Alegre.

Estas viviendas que parten desde los $ 400.000 con 60 metros cuadrados, un dormitorio, cocina, baño, lavadero, licing, deck y cochera; se plantean totalemente equipadas y listas para habitar en un plazo de tres meses. “Tenemos cuatro modelos predeterminados en estilo y mobiliaria, porque por el espacio de la construcción hay que proveer también los muebles”, detalló el diseñador.

El showroom de Boku abrió en Funes - Bv Mitre y Gral Paz, Funes – y su ubicación en el acceso a Funes City resulta un paso obligado para todo el que quiera construir en la zona. En ese sentido, el producto fue pensado aquellos propietarios que compraron un terreno en un barrio abierto o cerrado y, ya sea por los costos o por los tiempos, no pudieron edificar.

“Pensamos la iniciativa para un público joven o intrépido, con la apertura mental suficiente como para romper con el perjuicio de vivir dentro de un container y repensar la vivienda más allá de ese hecho”, señaló Alegre.

Estas casas están enmarcadas dentro de la construcción de vivienda metálica y la resistencia de los containers les permite agregar módulos en altura. Se instalan a altura, lo que les permite reducir la humedad y mejorar la eficiencia térmica de la construcción. Cuentan con revestimientos de durlock, pisos flotantes y abastecimiento de energía eléctrica.