Cinco de los seis concejales de Funes denunciaron
que el Ejecutivo no gira al Concejo las partidas presupuestarias desde hace tres meses.
que el Ejecutivo no gira al Concejo las partidas presupuestarias desde hace tres meses.
Fuente: Diario La Capital
El Concejo tiene una partida presupuestaria de 1,4 millón de pesos, dividida en 12 partes. "La postura de esta Intendencia es ir mandando parte del dinero, por lo que siempre se va atrasando y generando deuda", manifestó el presidente del cuerpo, Horacio Rímini, acompañado en el reclamo por los ediles Mauro Míguez, Eduardo Casim, Abel Otaño y Adrián Sánchez Scioli.
Cada mes deben ingresar al Concejo 116 mil pesos, con los que se cubre, además de las remuneraciones, el alquiler del edificio, gastos de teléfono y de funcionamiento. La deuda, que está a punto de ampliarse a cuatro meses al incluir julio, afecta a los cuatro empleados y los seis legisladores municipales.
Cepo electoral. "Nos parece que no es una cuestión económica porque el gabinete político tiene un presupuesto muy amplio y está siempre al día", dijeron los ediles. "La intendenta afirmó que no hay plata pero con esa argumentación está cubriendo el excesivo personal político que llega al dos por ciento del total de los recursos destinados a salarios. Y parte de ese personal es monotributista, o sea que no figura en el listado", explicó Míguez.
"También está utilizando como cepo electoral al Concejo porque al no remitir fondos impide el funcionamiento político de los concejales que son sus contrincantes en la interna", agregó el presidente. Por su parte, Sánchez recordó que "en el año y medio de este gobierno hubo atrasos reiterados, incluso se llegó a demorar otros tres meses pero fue en el momento de las inundaciones y lo entendimos ya que hubo reducción en la tasa porque no se cobró a las zonas afectadas".
"En un programa radial de Roldán, la intendenta (Mónica Tomei) dio como fundamento que no enviaba las partidas porque no le aprobábamos las cosas", destacó Rímini. Sin embargo aseguró que el Concejo acompañó al Ejecutivo en las ordenanzas más importantes como el presupuesto, agua potable y seguridad.
Los cinco concejales coincidieron en que "no hay nada que trabe dentro del Concejo la gobernabilidad del Ejecutivo y que las obras fundamentales están en marcha". Y fueron más allá al argumentar que la intendenta empezó a utilizar a la partida del Concejo "como una prenda de negociación para que saliera rápidamente el proyecto del futuro barrio La Polola".
Al respecto, los ediles argumentaron que Tomei "está apresurando un proyecto urbanístico de una escala que es superior a todos los anteriores y sin haber cerrado el problema de los barrios Funes City, Town y Norte. Por último Rímini opinó que "a la intendenta no le gusta que la controlen, tiene un porte autoritario, le gusta decidir por sí misma y acá hay una democracia, un Ejecutivo y un Concejo Deliberante que respetar".
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