miércoles, 14 de agosto de 2013

Fugaz y enigmático secuestro del hijo de un procesado por narcotráfico



Asalto nocturno en Funes. 
Tres delincuentes irrumpieron en la casa de Leonardo Popea 
y llevaron al joven a la joyería donde este trabaja. No hubo robo.




Funes. En esta casa de Lennox 2480 vive la familia Popea.
De allí se llevaron a Alejandro la madrugada de ayer.
Tres delincuentes irrumpieron ayer de madrugada en una portentosa vivienda ubicada en adyacencias al Liceo Aeronáutico de Funes, controlaron a las tres personas que dormían y se llevaron apuntándole con armas de puño a una de ellas hacia Rosario. ¿El propósito? Abrir la joyería donde trabaja la víctima de los asaltantes, un hombre de 28 años, a fin de saquear las existencias del local. El objetivo trazado estuvo a punto de ser concretado: los ladrones ingresaron al comercio con el muchacho cautivo pero una información de circulación reservada les hizo abortar el plan: ocurre que los maleantes tenían aparatos de comunicación con la frecuencia del Comando Radioeléctrico, lo que les permitió escuchar que la policía estaba advertida de la situación y en camino hacia el negocio, ocasión más que propicia para la huida.

Las motivaciones de todo el incidente, según los investigadores, pueden estar más allá del afán de un simple robo. La casa en la que entraron los delincuentes pertenece a Leonardo Popea, un hombre de 57 años que en junio fue procesado como organizador de una red de traficantes de droga que operaba en cinco ciudades de la provincia, que quedó al descubierto con una cadena de operativos en mayo en la que se decomisaron 29 kilos de cocaína. Los que estaban en la vivienda eran su mujer y los dos hijos.

A empujones. A las 2.30 de la madrugada tres hombres asaltaron la vivienda de Lennox 2480, ocuparon las habitaciones y sacaron a empujones de la cama a la esposa de Popea y a los dos hijos. A los tres los inmovilizaron con precintos. Luego, según fuentes policiales, le comunicaron a Alejandro Popea que lo llevarían "a dar un paseo". Sabían perfectamente que el muchacho disponía de las llaves de acceso al negocio. Tras amenazar a los dos familiares que se quedarían en la casa salieron rumbo a la joyería con el joven maniatado y los ojos vendados.

El punto de destino era El orfebre, una casa de venta de alhajas de Maipú al 1000 que es propiedad de Luis Romero. Este hombre es padrino de Alejandro, el joven que por desempeñarse allí fue escogido para ingresar a fin de desconectar el sistema de alarmas.

Fuentes policiales señalan que por esa hora ingresó un llamado al Comando Radioeléctrico de Funes de un vecino que alertó sobre una situación extraña en Lennox al 2400. Habló de personas que se marchaban con otra dominada en un vehículo que parecía ser un Fiat aunque sin precisar modelo. Ante el aviso efectivos de la comisaría 23ª llegaron a la casa y se toparon con la esposa de Popea y su hijo maniatados. Estos dijeron que los delincuentes, de viva voz, le dijeron a Alejandro. "Vamos a la joyería y vos venís con nosotros".

Llegaron tarde. Con los datos recabados varias patrullas del Comando de Rosario fueron asignadas hacia la joyería. Los ladrones ya estaban adentro cuando, según fuentes de la fuerza, supieron por la frecuencia policial de la inconveniencia de permanecer allí. Se fueron sin llevarse nada. Eran las 4 de la mañana.

Otra versión indica que Alejandro logró momentáneamente escurrirse de sus captores y llamó él mismo al 911 desatando el escape de aquellos.

En el caso interviene la jueza de Instrucción Patricia Bilotta. Dada la trascendencia del dueño de la casa donde se inició el ilícito quedan las incógnitas sobre si el caso fue una privación de libertad con fines de robo o algo más que eso.

Leonardo Popea fue acusado de ser el responsable de una cocina y un laboratorio de cocaína que alimentaba a quioscos de Rosario, Granadero Baigorria, Correa, Coronda y Cañada de Gómez. El hombre, al que conocen como El viejo Leo, y habitaba la casa de Funes de la cual se llevaron ayer a su hijo, nació en la ciudad de Córdoba el 21 de junio de 1955, y antes de ser detenido en el marco de la causa por narcotráfico que lo mantiene procesado tras las rjeas, tenía antecedentes por falsificación de moneda y estafas.

El padre, líder de una banda narco

El 7 de mayo la policía santafesina junto a la Federal llevó adelante el operativo “Otoño blanco” que les permitió desarticular una red de producción, distribución y venta de drogas en pueblos del sur de la provincia de Santa Fe. Aquel día hubo 23 allanamientos en los que se secuestraron 29 kilos de cocaína, 3.6 de marihuana, 100 kilos de sustancias para estirar la droga, 57 litros de precursores químicos, tres autos y dos motos. Además hubo 15 detenidos y el juez federal Carlos Vera Barros procesó a 11, entre ellos un ex policía y el ex joyero Leonardo El viejo Popea, padre del muchacho secuestrado la madrugada de ayer en su casa de Funes.

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