viernes, 8 de febrero de 2013

Funes saca a la calle su guardia comunal para erradicar las fiestas clandestinas



La medida se suma a la ordenanza que plantea multas elevadas para 
los eventos que se organizan en casas quintas sin habilitación 

Fuente: punto biz 


Tras la ordenanza que promulgó el Concejo de Funes estipulando sancionar con sumas altas a los organizadores de fiestas clandestinas en predios y casas quintas de la localidad, el Municipio avanza ahora en su plan para extremar los controles. Por ello, la Central de Operaciones de Emergencias (COE) comenzará a cumplir funciones de guardia urbana, en una experiencia similar a la que se desarrolla en Rosario y Roldán.

La iniciativa se comenzó a implementar hace unos días, tras un extenso proceso de capacitación a cargo de la Coordinación de Despacho, que encabeza la abogada Mariana Frattini, el Tribunal de Faltas y la Coordinación de Recursos Humanos, a cargo de Victoria Quiligotti.

La decisión del Municipio de aplicar multas de hasta $35.000 a los organizadores de fiestas privadas "implica una mayor presencia de la COE en la calle", explicó el secretario de Gobierno, Gonzalo Miranda Aguiar. Esa es una de las razones por las cuales se procura profundizar los cambios en esta área.

También se controlarán casos de ruidos molestos, arrojo de aguas en vía pública, arrojo de escombros, restos verdes o basura en lugares no correspondidos. Actualmente esas tareas son realizadas por inspectores municipales, que pasarán a desempeñarse bajo la órbita de la COE.

Los agentes de la Central tendrían la potestad de realizar actas de intimación y constatación, en el objetivo de castigar a "algunos ciudadanos con conductas repetidas", que "conocen muy bien" cuáles son los horarios de inspección y cometen infracciones fuera de esa franja.

Si bien la tareas de control e inspección de la nueva fuerza comunal serán en todo la ciudad y apuntan a hacer cumplir las faltas locales, el elemento principal que gravitó en que la Central de Operaciones de Emergencia se transformara en una especie de Guardia Urbana, fue la proliferación de festejos clandestinos, que ahora la intendenta Mónica Tomei quiere frenar.

Los eventos que se organizan en gran media a través de las redes sociales cobran una entrada anticipada, expenden bebidas alcohólicas, pero carecen de todo tipo de habilitación y chequeo de seguridad. Ante los controles cada vez más rigurosos en Funes, muchas de las fiestas se han trasladado a Rosario, a sitios como Fisherton, donde también están prohibidas las reuniones clandestinos pero son más esporádicas las inspecciones.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Tuve problemas durante MESES con vecinos que hacían ruidos molestos durante días enteros, cumbia a volumen de una discoteca. NADIE hizo nada, me cansé de ir a la policía, la que me tomó el pelo....Esto que escriben acá es todo MENTIRA. Salgan a las calles, vean la verdad. Vayan un fin de semana a Rondeau al 2000 y vean lo que pasa...

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