lunes, 25 de octubre de 2010
Carta Franca
Una defraudación de tres años en el Tribunal de Faltas de Funes, es investigada por la Justicia. Sobrevuela el fantasma de la corrupción en el gobierno del Intendente Rimini.
Para quienes no conozcan el ámbito físico del Tribunal Municipal de Faltas de la Ciudad de Funes, va esta aclaración necesaria.
Una pequeña habitación de 2,5 por 3, 5 metros aloja el escritorio de la Secretaria del Tribunal, la cual comparte con la empleada administrativa. Apenas separada por una puerta, en una oficina de 3 por 3 está el despacho del Dr. Juan Carlos Rodríguez, Juez de Faltas funense con acento catamarqueño.
No es necesario intercomunicador, todo se escucha y se ve. Pocas cosas podrían pasar desapercibidas para los tres burócratas. De alguna forma se repite el escenario que pintaba el inefable Jorge Asís en su novela “Carne picada”.
Franca Mabel Bardaccini, supo colaborar en la campaña de los hermanos Rímini. Como buenos caciques radicales, oblaron la deuda con una designación. El pago a los desvelos comiteriles de Franca fue la firma del decreto 514/07, del 10 de diciembre de 2007, uno de los primeros actos del nuevo período de gestión Rímini.
En los primeros días del mes de julio pasado el Juez de Faltas advierte una posible adulteración -afirmó haberlas detectado en “forma casual”- en los recibos de pago del tribunal. De librar esos recibos se encargaban fundamentalmente la Secretaria (Bardaccini) y la empleada administrativa (Verónica Gobbo). El modus operandi era el siguiente: cada nuevo conductor que obtiene su carnet debe pagar $ 65 + $ 6.- (Total $ 71.-), sin embargo a pesar que eso era lo que abonaban los conductores, al municipio solo ingresaban $ 31.-
A la caja de empleados iban $ 40.-. No eran hechos aislados sino que se repetían en todos los trámites. Una inicial investigación sobre los meses de enero, abril y agosto de 2009 determinaron un faltante total de $ 12.116.-, sin embargo la auditoria designada al efecto extendió la revisión a los tres años de gestión de Bardaccini.
Se estima entonces que el daño al erario público no sería inferior a los $ 100.000.-, una cifra importante por demás. Sin embargo, lo que más llama la atención en la investigación es que dichas cifras debían ser controladas en primera instancia por el Juez de Faltas, la Secretaria de Gobierno y por supuesto por el Intendente Municipal.
Los mentideros radicales funenses se extrañaban que la denuncia del Juez coincidiera con la caída en desgracia de la Bardaccini en el grupo riminista. ¿Es posible que una simple empleada pueda montar por si misma una caja paralela a una distancia física de 1, 5 metro del responsable administrativo de la repartición?
La denuncia del Juez se presentó el 2 de julio y el mismo día el Intendente firma el Decreto 242/10, designando a la Instructora sumariante. Una velocidad desconocida en esta administración para resolver problemas.
Aún rige el secreto de sumario en el proceso que lleva adelante la instructora sumariante Dra. Lumbía. Ya se tomó la desición de remover a la Bardaccini y trasladar preventivamente a Verónica Gobbo a la Subsecretaria de Cultura, la investigación ronda sobre los carnet de conducir, sin embargo queda pendiente revisar la suculenta cuenta de multas municipales, que sin duda son mucho mas fáciles de adulterar, ya que los montos son mayores y variables. Una veta interesante y discrecional que también puede haber sido objeto de este procedimiento.
Mientras tanto la Dra. Verónica P. Rippa, Secretaria de Gobierno, responsable administrativa superior del Tribunal de Faltas -por recomendación de la sumariante- procedió a denunciar penalmente la situación. Aquellos que sean encontrados responsables podrían ser pasibles de la reclusión o prisión de dos a diez años, inhabilitación absoluta y multa del veinte al sesenta por ciento del valor sustraído. Una pena fuerte. Una pena que es preferible se hagan cargo los peones, que como en todo juego de ajedrez deban sufrir el sacrificio…
Se dice que en pocos días se tendrán interesantes novedades en la investigación. Queda pendiente la pregunta: ¿Bardaccini y Gobbo actuaron solas? ¿El beneficio del desfalco fue sólo para ellas? ¿O para la corona?
En su programa de días pasados el sagaz periodista-abogado funense dio en la tecla cuando afirmó “teníamos un gobierno municipal inoperante, ¿pero ahora también corrupto?”
2 comentarios:
como vemos el control administrativo y contable no existe en esta administracion. nadie ve nada, nadie controla nada. hay mas de 4 contadoras que trabajan dentro de la municpalidad,como pueden pasar tres años,sin un balance de gestion, mas en una oficna que se maneja dinero. Es otro caso de corrupcion de este gobierno y van..unas cuantas
1600 personas trabajando en la municipalidad... como hará para gobernar el proximo intendente??? es una bomba agarrar la municipalidad...
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