Choferes de corta, media y larga distancia aseguran que las extremas esperas ocurren en la noche por el deterioro de unidades de Rosario Bus, que se retiran de circulación.
Lucas Ameriso / La Capital
“Encontrar un colectivo de noche es una odisea, ponen un solo ómnibus para dar toda la vuelta y el que se lo perdió en una parada debe esperar casi tres horas”, descerrajó el titular del sindicato, Alberto Montenegro.
Según el relevamiento hecho por los trabajadores Rosario Bus, la firma incumple con la flota de coches que debe tener en la calle. “En la 144 circulan sólo 6 coches y en la 128 debería haber 19 y andan 8. Respecto de la 142, si el usuario perdió el coche tiene que esperar dos horas y media o más en una esquina. Tomar un colectivo es una odisea y no se tiene en cuenta a quienes trabajan de noche, como los enfermeros que ingresan a sus tareas a la madrugada”, sentenció el titular de Aota.
Los colectiveros han recibido diversas denuncias de los usuarios quejándose por las demoras en la frecuencia. En tal sentido, desde el gremio plantearon sus interrogantes en relación a la efectividad del sistema de rastreo satelital: “Antes venían los inspectores de Servicios Públicos y nos controlaban, ahora el satélite es trucho porque no existe el control”.
Caída. En ese sentido, desde el gremio acusaron a la empresa “de hacer caer el servicio y de perjudicar directamente a los trabajadores y a los usuarios”, señaló.
Por lo pronto, integrantes de Aota registraron recientemente (con varias fotografías como testimonios) “cómo Rosario Bus almacena coches rotos en la zona del cementerio de Villa Gobernador Gálvez, mientras los usuarios se agolpan en la zona protestando por la falta de rodados”, según destacó Ruben Thill (ex chofer de Rosario Bus).
Urgente. En el sindicato recordaron que el lunes pasado tuvieron que mandar de urgencia un colectivo para calmar el enojo de vecinos que reclamaban por una unidad en funcionamiento, ya que veían tirados coches que no funcionaban por su
deterioro.
“Con las imágenes como prueba se demuestra el modo en que Rosario Bus deja caer el servicio con coches que deben ser retirados del sistema por sus condiciones y no son reemplazados. Entendemos que buscan excusas para pedir nuevos aumentos de boleto o directamente retirarse del sistema”, apuntó Montenegro y agregó “son escandalosas las demoras en las frecuencias que van de una a dos hora en el día y hasta alrededor de tres horas en la noche. Nosotros tenemos este registro, porque son situaciones vividas diariamente por los
choferes”.
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