Vecinos que se radicaron allí lo hicieron con la esperanza de una vida distinta.
Pero se quejan de que lo que pagan de tasa municipal no se refleja en lo cotidiano.
Fuente: www.on24.com.ar
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Una vez finalizados, los barrios abiertos pasan a integrarse a la comunidad, es decir a la órbita pública. En el caso de Cantegril de Funes, un barrio desarrollado por el empresario Juan Félix Rossetti, no escapa a esta regla. Los que allí se trasladaron, en su mayoría familias de clase media rosarina, se encontraron con un panorama de servicios básicos insatisfechos. Pese a los esfuerzos de la administración Tomei, que a la hora de firmar acuerdos con los barrios sobre todo abiertos, instó a los empresarios a prever que el impacto de esos barrios sobre las infraestructuras existentes no provoque un "colapso" en la provisión de los servicios. El empresario que lo desarrolló aegura que no hay mantenimiento en pavimento, desagües, alumbrado ni vegetación y sintetiza: "lamentable".
La promesa de la integración con calidad de vida al Funes anterior al boom inmobiliario no parece a la altura de la realidad. Vecinos que viven allí aseguran que con la administración pública, el barrio abierto Cantegrill muestra un estado de abandono. Las imágenes enviadas a ON24 por vecinos muestran sobre todo el descuido del césped alto en banquinas y canteros. Algo de maleza marca la divisoria de aguas entre la propiedad del vecino y el dominio público administrado por el estado municipal. "Nos cobran alrededor de $200 pesos de tasa y no lo vemos cuando salimos de casa todos los días para ir a trabajar", se lamenta el matrimonio de Graciela y Alfonso, dos vecinos que prefieren no revelar sus verdaderos nombres por temor a reprimendas públicas. Una joven pareja que vive enfrente afirma que en el último año el pavimento del acceso ya muestra grietas que pueden transformarse en baches "en un par de meses más".
ON24 consultó al empresario que desarrolló el producto, Juan Félix Rossetti, quien fustigó a la administración estatal. "Desde mi punto de vista, a Cantegrill le pasa lo mismo que a cualquier barrio abierto de Funes, el gobierno (incluyo al Concejo) se ocupa y preocupa mas de cuanto puede cobrarle al propietario de tasa que de darle el servicio contraprestacion que debe, en una mezcla de saqueo-dejadez-inoperancia. A tal punto que el esfuerzo economico y de ejecucion de obras se pierde por esta misma inoperancia, dejadez en el mantenimiento del pasto en veredas, desagues, pavimentacion, alumbrado y vegetacion; dejando morir plantas, degenerando la vista del barrio y hasta deterioro acelerado del pavimento, tal el caso de av. Fuerza Aerea, y demas. Lamentable", disparó.
Cantegril es el último de los emprendimientos del fideicomiso Funes Hills, ubicado en la zona alta de Funes. Su superficie de 31.645 m2 de áreas verdes públicas lo hace atractivo. Eso sí, con debido mantenimiento.
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