La odisea de Monticas-Las Rosas

Podría ser el título de una película de aventuras, pero no lo és. Es la triste realidad que padecen frecuentemente los pasajeros de estas dos empresas que monopolicamente prestan el servicio de transporte entre Roldan-Funes-Rosario.

Por suerte no soy asiduo usuario de este pésimo servicio, pero en la mañana de hoy tuve que hacer uso de este transporte y soporté junto a otros pasajeros una espera de 40 minutos. Cuarenta frescos minutos en la esquina de Tucuman y Sarmiento, Funes.

Cuando promediaba la media hora de espera, y los pasajeros empezaban a poblar la parada, una señora arribó a la parada portadora de malas noticias, "dicen que se rompió un colectivo en la ruta". Mientras tanto, durante la espera pasaron por la esquina de calle Santa Fe 4 unidades que iban en sentido contrario, Rosario-Roldan.

No sé si será por el frio o por costumbre, pero ningun pasajero se quejó de la demora al chofer, que -vale destacarlo y remarcarlo- no tiene culpa alguna de la demora. Los abnegados choferes de estas empresas hacen lo que pueden con lo que tienen; unidades destartaladas, descuidadas, sucias, con problemas mecánicos, y con horarios imposibles de cumplir en estas condiciones.

No obstante es dable resaltar que en estas condiciones, con un atraso evidente en los horarios, con una unidad que desborda de pasajeros que viajan como ganado, el chofer es mas propenso a cometer errores, y en el apuro por recuperar el terreno perdido mas de una vez cruza un semáforo en amarillo, en "naranja", y porque nó en rojo. Situación -repito- propiciada por la rotura de unidades que son mas dignas de ir a parar a un desarmadero que a prestar servicio de transporte público.

Queda claro que la responsabilidad por este pésimo servicio le cabe a los empresarios propietarios de las empresas Monticas y Las Rosas, los cuales junto a las autoridades municipales hacen decenas de reuniones para que nada cambie. Las reuniones trascurren entre promesas de mejoras y compromisos de prestar un servicio superior. Pero las reuniones pasan y el servicio continua siendo pésimo, patético y deplorable.

Me pregunto cuantas seran los colectivos que se descomponen por dia, pero a juzgar por el estado de las unidades, al menos las de la empresa Las Rosas que son las mas arruinadas y estropeadas, puedo inferir que será una situación frecuente.

Mientras tanto la gente espera. Espera que los empresarios cumplan con las promesas de mejorar el servicio, y esperan que el las autoridades cumplan la funcion de controlar el funcionamiento de este servicio tan elemental para la población.

En una sociedad que pretende promover el transporte público para desalentar el uso de automóviles particulares, hay una materia elemental por resolver: Mejorar en términos reales el transporte público para que sea una opción. Hoy no lo és.