Cuando los vecinos se enteraron que esta ciudad quedaría cercenada en seis partes, pusieron el grito en el cielo y espontáneamente se organizaron para decirle no al Plan Circunvalar tal cual está planteado. Están juntando firmas y harán audiencias públicas del 1º al 5 de diciembre desde las 20 en la Casa de la Cultura, a las que serán invitados referentes de los gobiernos provincial y nacional —impulsores de la obra—, y del Banco Mundial que otorga el financiamiento.
Simultáneamente habrá asambleas, la próxima será este sábado a las 19.30, en el cruce de las rutas 9 y A-012.
La obra contempla un intercambiador sobre la ruta 9 y otro puente sobre la A-012 por encima del ferrocarril, la ampliación de la calzada de la A-012 en 7.30 metros, cada mano separada con un cantero central de hormigón tipo New Jersey y banquinas pavimentadas de 2,50 metros. El intercambiador sobre la 9 con sus rulos y bajadas, más el puente sobre las vías férreas —cada uno tendrá más de mil metros de longitud— se convertiría en una maraña de hormigón que arrasaría con manzanas totalmente edificadas y habitadas, lo cual demandaría unas 150 expropiaciones urbanas de gran valor, entre ellas, varias empresas y comercios. A su vez, provocaría el aislamiento de barrios importantes.
Gestiones. El fin del Plan Circunvalar es mejorar la traza existente con una calzada que sea apta para el gran volumen de tránsito, especialmente de carga, que se moviliza entre distintas vías de accesos a Rosario y puertos vecinos. Los pobladores de Roldán y sus autoridades acuerdan con la necesidad del proyecto, pero proponen que se modifique y se haga un by pass por fuera de la zona urbana. En sendas reuniones, la comunidad se negó a quedar aislada y pidió un encuentro con el secretario de Obras Públicas provincial, Antonio Muiños, quien recibió el reclamo y se comprometió a hacer lo posible para avalarlo. Muinos pidió al municipio un informe sobre el valor estimado de las expropiaciones y el intendente José Pedretti dijo que sólo la edificación del cuadrante NE sale un millón de dólares.
Audiencia pública.Los vecinos pidieron al Concejo que convoque a una audiencia pública y se dirigieron a la Dirección de Vialidad Provincial, a la que advirtieron que esta obra "compromete las áreas urbanas, ocasionando serios problemas en un futuro cercano referentes a la actividad económica, social y ambiental de la ciudad".
Profesionales locales hicieron un proyecto alternativo que dieron a la provincia y que elevarán a autoridades nacionales.
Alternativa. La propuesta consiste en realizar un desvío a la altura del límite entre el distrito de Zavalla y Roldán, el cual uniría el fin de la autovía ya ejecutada con el camino rural de la legua ubicado en el límite de las dos localidades hasta el encuentro del tramo ferroviario, proyectado por el mismo plan. En ese punto, se podría hacer la ruta paralela hasta la ruta 34.
Luego, se propone un corto desvío por campos para unirse con el "Camino de la Cremería" en Ricardone, tramo que ya fue aprobado para este proyecto. Con esta opción, el recorrido total no se alargaría mucho más que el actual y así la ruta 9 y la vieja traza de la A-012 sobre el ejido de Roldán, tomarían características de avenidas urbanas a nivel y sólo habría que hacer una rotonda iluminada en el cruce para mejorar la seguridad.
Unos 97 lotes afectados.Las expropiaciones que se generarían para hacer el corredor ferroviario serán las mismas a usar para la autovía, sólo aumentarían sus dimensiones. Se estima que habrá 97 lotes rurales afectados. Además, el costo de un único puente para cruzar la ruta 9 fuera de la ciudad, es mucho menor que el previsto.
En el informe los vecinos explicaron que hoy la ruta 9 oficia de conexión entre Roldán y ciudades aledañas y que al recorrerla se ve que casi no hay interrupción en la densidad ocupacional hasta Rosario. Además, la interconexión social con localidades en ese corredor es muy fluida, lo que se refleja en una frecuencia de 15 minutos del transporte interurbano. Observando el plano del distrito, se evidencia que la ruta A-012 sólo es atravesada por 5 calles de este-oeste; en cambio la ruta 9 es cruzada por casi 40 calles de norte-sur, y varias quedarían anuladas por el puente.
Las áreas comprometidas en el actual proyecto son manzanas totalmente edificadas con viviendas particulares y comercios. La mayoría tienen permisos de edificación no mayor a cuatro años de antigüedad que no existían cuando se comenzó a armar el Plan Circunvalar.
En los últimos años se adquirieron lotes en subasta judicial donde se están construyendo casas de gran valor arquitectónico. El área sujeta a expropiación es parte del sector que más se desarrolló y homogenizado. Aun donde se quiere elevar el puente de la 9 hay calles sin salida.
La zona afectada cuenta ya con obras de gas, cañerías que deberán ser levantadas en el transcurso de la obra afectando a barrios como Cotos de la Alameda. A modo de ejemplo, un vecino de Los Olmos —donde se harían la mayor cantidad de expropiaciones de viviendas— van a tener que caminar un kilómetro para tomar un colectivo.
Los de Villa Flores, también recorrerán grandes distancias para poder cruzar la ruta buscando el único semáforo que le dará paso seguro. El centro cívico está en el cuadrante noroeste de la A-012 y 9 y, de hacerse la obra, las tres cuartas partes de los niños en edad escolar deberán cruzar rutas cada vez más peligrosas para ir a los colegios.
En tanto, los habitantes de esos mismos cuadrantes verían dificultado el acceso a hospitales y servicios públicos como policía y bomberos. Por ende, los vecinos que no sufrirán el desalojo de sus casas, también padecerían la división y la incomunicación de la trama urbana.
Bronca por un estudio ambiental
Cuando los roldanenses se enteraron del estudio ambiental contratado por la Secretaría de Transporte la bronca estalló. En él se determinó que el impacto negativo más relevante "ocurrirá temporariamente en la construcción de la obra, dificultando los accesos de los frentistas a sus propiedades". Además, dice que como la idea se hace sobre un trazado existente, "implica menor intervención en la estructura territorial, minimizando la afectación a la población y la alteración ambiental".
El estudio fue analizado por la Unidad Ambiental de la Dirección Provincial de Vialidad sin objeciones, y por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente donde está para su aprobación. El intendente recordó que la consultora se acercó al municipio sólo una vez y para pedir planos del distrito "Ni preguntaron hacia donde crecía Roldán". Pedretti y el equipo técnico municipal estuvieron en las reuniones realizadas por Nación, provincia, Banco Mundial y localidades afectadas y mantuvieron serios enfrentamientos con algunos funcionarios. Incluso presentaron proyectos alternativos que no fueron aceptados.
El municipio llamó a reuniones con agropecuarios y vecinos de los barrios más afectados. Los responsables de la idea recién prevén para el mes entrante consultar a los vecinos.
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