Cuatro ladrones redujeron a la esposa del profesional, a su hijo de 17 años y a un amigo que lo visitaba. Robaron dinero y electrodomésticos y se fueron en una 4x4 que abandonaron en zona oeste de Rosario.
Fuente: Diario La Capital
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Con un despliegue inusual para un sereno barrio de Funes, cuatro ladrones que actuaron en banda redujeron a tres personas para asaltar la casa y el consultorio de un reconocido pediatra de esa localidad. Entraron en acción cuando un hijo adolescente del profesional charlaba en la puerta con un amigo: los apuntaron con armas y los obligaron a entrar a la vivienda. Una vez allí los ataron con alambre junto con la madre del chico, que a esa hora preparaba la cena. Con eficacia y una concreta distribución de tareas, en apenas veinte minutos vaciaron el lugar de efectivo, electrodomésticos y objetos de valor. Escaparon en una camioneta que estaba estacionada en la puerta y que horas más tarde abandonaron en la zona oeste de Rosario.
La imponente puesta en escena de la banda sorprendió a los vecinos de Funes R, un barrio de amplios y vistosos chalés con piscinas que se distribuyen frente a sinuosas calles de tierra o semipavimentadas, al sur de la ruta 9 y a la altura de la garita 10. En esa zona cercana al Liceo Aeronáutico los vecinos coinciden en que no son comunes este tipo de asaltos en la zona. La familia que fue víctima del golpe estaba anoche desconcertada.
"No entendemos quién puede haber sido porque tenemos las amistades de siempre y el servicio doméstico es de confianza", dijo a este diario Sergio Masini, el dueño de la casa asaltada. El médico, de 50 años, es pediatra y oncohematólogo. Es jefe del servicio de oncología del Hospital de Niños de Santa Fe, trabaja en la Municipalidad de Funes y es director de Génicas, un banco de células madre con sede en Rosario.
El viernes a la noche no estaba en su casa cuando irrumpieron los ladrones. Alrededor de las 20.30, su hijo de 17 años estaba charlando con una migo de 19 en la camioneta 4x4 de éste, frente a su casa de Dorrego 1478 de Funes, una vivienda pintada de amarillo con acceso por un amplio garaje que tiene, a un costado, el consultorio particular de Masini.
Según confió una fuente policial, los muchachos vieron pasar a marcha lenta un vehiculo bordó y se dieron cuenta de que estacionó a la vuelta, pero le restaron importancia y siguieron conversando. De repente apareció un hombre con un arma de fuego que los redujo y enseguida los rodearon otros tres más que los obligaron a entrar a la casa.
Dentro de la vivienda estaba la esposa de Masini preparando la cena. "Estos tipos se van a llevar algunas cosas, tirate al piso conmigo", le dijo su hijo para tranquilizarla, según reprodujo el médico. La hija mayor de la pareja, de 21 años, en ese momento estaba en la facultad. "Los maniataron con alambres. No ejercieron violencia física pero sí los apuntaban con pistolas automáticas", contó el pediatra.
Reparto de roles.Al amigo de su hijo lo retuvieron en el consultorio, con uno de los asaltantes como vigía. Madre e hijo fueron conducidos a otra habitación de la casa, con otro ladrón que los controlaba. Enseguida tuvieron que ocultarlos de los dos perros guardianes de la familia, que estaban en el patio, porque era tal la desesperación de los animales que estuvieron a punto de romper un ventanal.
"Fueron muy ordenados, muy prolijos y actuaron con alma. Por lo que dice la policía, conocían los movimientos de la casa. Trataron de robar mi moto, la arrancaron y todo, pero no pudieron abrir la puerta del garaje", contó Masini. En total se llevaron dos notebooks, tres guitarras eléctricas con sus amplificadores, un televisor LCD, un DVD, dos computadoras con CPU, dos relojes suizos, alhajas, adornos y 5 mil pesos.
En fuga.Los ladrones cargaron todo en la camioneta Hyundai del muchacho de 19 años y se fueron. Antes de partir, les aclararon que no se preocuparan por el vehículo porque lo iban a devolver. Cuando lograron desatarse, las víctimas llamaron a la policía y un móvil de la comisaría 23ª de Funes fue al lugar. Esa noche la camioneta apareció en la esquina de Juan Domingo Perón y Liniers de Rosario, cerrada y sin las llaves. La policía acudió al lugar con su dueño, que la recuperó tras los trámites de rigor.
"Ellos se desataron y llamaron a la policía. Apenas me llamó mi esposa me vine desde Rosario y los policías que vinieron fueron muy amables. Esto tiene un costo muy grande, sobre todo laboral. En una de las notebooks tenía toda la información del Servicio de Oncología del Hospital de Niños de Santa Fe", lamentó Masini.
El dueño de casa indicó que en un momento los ladrones dieron a entender que lo conocían al señalar una foto suya en un portarretraros: "Lo conozco a tu marido", dijo uno de los maleantes, aunque las víctimas no saben si eso es real o si el asaltante lo dijo para intimidarlos. "Dijeron cosas que ni siquiera sabemos si son ciertas", señaló el pediatra.
Los familiares del médico, en tanto, quedaron muy asustados tras el asalto, que les generó temor a salir solos de la casa. Su hija, señaló, si bien no estuvo presente en el asalto, había sufrido recientemente un robo en la empresa de un familiar en el que "le pusieron un cuchillo en la garganta" y tras el incidente del viernes quedó muy afectada.
El médico remarcó que "fue toda una situación inusual en términos del despliegue: cuatro personas en un grupo tipo comando, a cara descubierta y con una buena organización". Y decidió dar a conocer el caso para que sus vecinos tomen precauciones y "movilizar a la opinión pública" pero sin impulsar reclamos de castigo: "Hay que ser cautos para no caer en cuestiones de racismo a determinadas poblaciones que fueron excluidas y pauperizadas por añares y que son más víctimas que uno".
Por un plan de alerta comunitario
"Lo que asusta es la modalidad, que acá nunca se ha visto salvo un caso aislado de dos años atrás. Este es un barrio tranquilo así que estamos sobresaltados por lo que pasó", dijo María del Pilar Capella, vecina de la familia Masini y presidenta de la asociación vecinal Funes R, tras el asalto en la casa lindera a la suya.
La mujer escuchó ladrar con furia a los perros mientras transcurría el asalto pero no imaginó que reaccionaban ante la presencia de ladrones.
"En 2002 fui la fundadora del Consejo de Seguridad Ciudadano y propusimos una dinámica para trabajar con autoridades políticas, policiales y vecinos, en un sistema de alerta comunitario. Ya estamos a nueve años de eso y si bien la policía se interesó nunca contamos con el apoyo del poder político", objetó la vecinalista.
"Si el sistema de alerta comunitario funcionara no digo que tendríamos delito cero, pero al menos estaríamos más resguardados", consideró Capella. En Funes vivimos todavía con una dinámica de pueblo cuando hay 25 mil habitantes permanentes en el año y esa cifra sube a 90 mil los fines de semana largos o en vacaciones. Los trabajos barriales quedaron en stand by", añadió.
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