El próximo sabado 7 de Enero tendrá lugar la inauguración de COLLINS.
COLLINS es un complejo pensado bajo un concepto diferente, para funcionar tanto de Noche como de Día, uniendo las características distintivas de un club de música, grand bar y casa de verano. La idea es generar un espacio que pueda utilizarse de diversas maneras: disfrutar del sol en la tarde con buena música, tragos, jugos y cervezas, disfrutar de un show en vivo al aire libre o en nuestro SUM, disfrutar de una gran cena con amigos, disfrutar de nuestras Fiestas y mucho más.Este es un emprendimiento en etápas y a largo plazo, donde con el tiempo nos convertiremos en un complejo de verano, sumando nuevos servicios como masajes + spa + huerta propia + desayunos naturales y caseros + pileta + half pipe + street art space.
Todo esto es factible gracias al apoyo de las autoridades de Funes. También se harán muchas mejoras como apertura de calles y puentes, que seguramente serán beneficiosos para los habitantes de la ciudad.
En COLLINS contamos con Sector SUM, pensado para nuestras Fiestas, Shows y Cenas, Gran Parque al Aire Libre, un espacio verde donde se podrá disfrutar del aire libre tanto de noche como de día, Servicio de Barras premium, Ambiente Climatizado y Estacionamiento
COLLINS Music Club - Grand Bar - Summer House está ubicado en Lamadrid 5550 (colectora Ruta 9) - KM 323, Funes, Argentina
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Vecinos del boliche Collins mantienen su reclamo y piden que se retire "inmediatamente" de la zona oeste, porque eligieron ese barrio residencial para "ver crecer a nuestros hijos, nuestros nietos o simplemente pasar con tranquilidad nuestros días". "Nuestros representantes tienen la obligación de hacerse eco de las necesidades de quienes los elegimos", aseguraron. El local bailable abrió sus puertas durante dos sábados.
En el primer fin de semana, el 7 de enero, los vecinos de la Zona 8 tuvieron que "custodiar" sus casas, "soportar los ruidos, el consumo de sustancias en la vía pública". Asimismo, afirman: "Seguimos al día de la fecha viviendo entre los desperdicios, sin obtener ninguna respuesta de la Municipalidad". Cuando se enteraron de la inauguración de Collins, los vecinos, alarmados, fueron recibidos por funcionarios municipales.
Pero los denunciantes sostuvieron que "se negaron a exhibir la habilitación del local y manifestaron no tener conocimiento alguno sobre la inauguración del "salón de fiestas"". También elevaron sus quejas ante el Concejo y la Defensoría del Pueblo. "Un galpón construido como salón de ventas, que utiliza el baldío vecino como estacionamiento, al cual se accede por una calle que mantienen transitable los vecinos, que no posee alumbrado público, que no solicito seguridad policial y que no exhibe ninguna habilitación no es una megadisco ni un proyecto.
Es simplemente un intento de lucrar de unos pocos con la inexplicable complicidad (¿?) de algunos funcionarios", agregaron los vecinos en declaraciones a Info Funes, que no están en contra de la instalación de un boliche en la ciudad, pero piden que se cumpla una serie de requisitos. El 20 de enero, Marcela Díaz, una de las afectadas, fue recibida por el Secretario de Gobierno, Gonzalo Miranda Aguiar. "Se ocupó de relatarme los maravillosos proyectos de la Municipalidad con respecto a la semaforización de la Ruta 9, los cambios en la recolección de residuos". Con respecto a Collins,
Díaz recibió como respuesta: "Me mostró una habilitación transitoria fechada el 6 de enero para la instalación de una "confitería bailable", responsabilizó a la administración anterior de haber tramitado la habilitación de los informes realizados y al Concejo por haber derogado el decreto que prohibía la instalación de confiterías bailables (entre otras), se comprometió a mejorar la seguridad vial y a realizar controles de alcoholemia, expuso las nuevas disposiciones en cuanto al ingreso al local de autos y peatones, pero no pudo explicar con qué motivos la Municipalidad autorizo la instalación de un local nocturno en una zona residencial".
En tanto, la noche del sábado pasado, el 21 de enero, los vecinos tuvieron que "soportar gritos de jóvenes alcoholizados, música, bocinazos y silbatazos de los agentes de tránsito desde las 23 del sábado hasta las 6 del domingo".
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