viernes, 17 de diciembre de 2010
Nada para festejar
Cierra el año 2010 y como cada año el Gobierno de Funes nos invita a despedirlo con un show musical y fuegos artificiales en la plazoleta de la vieja estación de trenes.
Inicialmente me entusiasmo con la propuesta, pero luego hago un balance del año, de lo que fueron la acciones de gobierno de Funes y de como repercutieron en nosotros, de algunos hechos que marcaron el 2010 en nuestra ciudad, y concluyo que este año que se cierra no amerita festejos, y que nos deja mas dudas que alegrias.
Sin ánimo de ser agorero ni pesimista, no puedo dejar de recordar el reciente hecho de inseguridad que asestó un duro golpe a Funes, donde por primera vez se pierde una vida a causa del delito. Si bien hay una bateria de acciones previstas para revertir el clima de inseguridad que se respira en la ciudad, en lo personal prefiero ser cauto y esperar los resultados positivos de estas medidas antes que festejar a cuenta.
Ocurre lo propio con las esperadas medidas para mejorar nuestro transporte de pasajeros. Luego de un año de padecimientos, de idas y venidas, e interminables reuniones, las empresas Monticas-Las Rosas anuncian "sin estridencias" las mejoras del servicio, que tardan en llegar. Promediamos mediados de Diciembre, casi a fin de año y la novedad la presenta la secretaría de transporte que multa a las empresas por incumplir higiene, ocupación y frecuencia de sus unidades. Esperamos con ansias las mejoras y la incorporación de la tarjeta que redundará en beneficios de descuentos al pasajero frecuente, pero festejaremos cuando esté implementada y funcione. Hoy por hoy, en las ventanillas de las empresas de Plaza Sarmiento solamente han oido hablar de las tarjetas.
Y que decir del "mazazo" que significó el aumentazo de impuestos para los bolsillos de los contribuyentes. En mi caso particular con llamado telefónico incluido por parte del concejal Rímini por expresar mi disgusto con la medida. Aumentos de hasta el 200% a todos los niveles, desde el costo de la TGI hasta el costo de hacer un trámite de renovación de carnet. Por mas que el concejo se deshaga en explicaciones y argumentaciones, no hay justificativo válido para semejante impuestazo. Mas aún cuando la calidad del servicio que se recibe en contraprestación por la TGI es lamentable. Lejos de un esbozo por mejorar el servicio a un nivel aceptable, la calidad de los servicios empeora dia a dia.
No dejo de lado la polémica por transferir parte de los costos por la pavimentación requerida segun ordenanzas de urbanización. En una decisión unilateral y sin registro de oposición, la Municipalidad decidió transferir a los vecinos frentistas de las nuevas calles pavimentadas el costo de la obra, cuando estas obras son exigidas al urbanizador, que por cierto se hace cago del pavimento. Es decir, esos fondos van a parar a la municipalidad. Este atropello ya lo sufrieron los vecinos de San Sebastian (urbanización Funes Town), y seguramente en breve será tema de preocupación de los vecinos de Avenida Mitre y Calle Elorza (urbanización Funes City). No es un dato menor.
El año también se vió manchado con las repercusiones que tuvo en los medios el dictamen del colegio de arquitectos y agrimensores sobre las urbanizaciones de nuestra ciudad, y la posterior polémica del Defensor del Pueblo de Santa Fe respecto de los estudios hídricos necesarios para la aprobación de estar urbanizaciones. En lo personal me decepcionó el nivel del debate con el cual nuestro gobierno enfrentó a los medios para exponer sus razones. No puedo dejar de pensar en el "perejiles" con el cual uno de nuestros ediles calificó a los colegios profesionales.
Seguramente mi memoria de diciembre no me permite recordar otros elementos destacables del año, en donde creo no equivocarme al afirmar que hubo mas hechos negativos que positivos.
Luego de este brevísimo repaso, me vuelvo a plantear si es tiempo de festejos para el gobierno de Funes, y concluyo que -en mi humilde opinión- el momento no dá para festejos.
Tal vez sea el tiempo para reflexionar y ver como se puede mejorar en estas cuestiones, pero de lo que estoy seguro es de que al menos para Funes, no es tiempo de festejos.
Al menos en lo personal, no pienso asistir ni tomar parte en esos festejos. Considero que asistir a este festejo y ser parte del mismo, significa mi apoyo a esta gestión, mi "palmadita en la espalda" a esta gestión y lo actuado en el año que se cierra. Es por ello que prefiero no tomar parte, es una forma de expresar mi disgusto por lo recibido durante el año a cambio de mis impuestos. Es mi derecho a expresar mi desacuerdo con esta gestión.
Si estoy a favor de la recolección de juguetes para reyes, en la cual pienso tomar parte y colaborar.
Por último, un pedido. Es posible organizar un festejo muy lindo y agradable sin necesidad de recurrir a fuegos artificiales y pirotecnia, los cuales afectan a nuestros animales domésticos.
Los petardos alcanzan hasta 190 decibeles (una sirena registra 120) bastante más de los 85 decibeles que el oído de los perros puede soportar pues son muy sensibles a la exposición o ruidos tóxicos, estos ruidos matan células sensoriales que se encuentran en los oídos, células que no se regeneran, dejando severas discapacidades auditivas en las sucesivas exposiciones anuales. Estas alteraciones provocan en la conducta animal intentos de escapar descontroladamente, incentivado por el estado de pánico, durando varios minutos y en los casos severos varían desde 1 a varias horas, dependiendo el tiempo que dure el estímulo provocado por el ruido de los fuegos articiales. Palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, falta de aire, náuseas, aturdimiento, sensación de irrealidad, pérdida del control, miedo a morir.
Las reacciones suaves o de baja intensidad ante la pirotecnia incluyen deambulación, temblor, encogimiento, inapetencia, intensos deseo de ingerir agua, deseo de estar en permanente contacto con el propietario. Las reacciones más graves o de alta intensidad provocan gemidos, intensa salivación o babeo, jadeos prolongados y muy fuertes, eliminación y/o retención de heces u orina, correr en forma desenfrenada sin rumbo (escape frenético), que en muchas ocasiones incluyen arañado o masticar barreras (Fractura de dientes) y saltar a través de ventanas, vidriados o alambrados, provocándose heridas de suma gravedad.
Por nuestras mascotas, podemos festejar sin pirotecnia ni fuegos articiales.
3 comentarios:
Marcelo: perfecto tu comentario, de punta a punta, y eso que son las cosas que podemos llamar grandes o más gruesas, realmente poco es lo que este gobierno municipal hace en beneficio de la comunidad. Una pena. Germán (chupando tierra en calle Galindo)
Muchas gracias Germán!
Dale Marcelo... que amargo que sos!
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