Carta de lectores publicada en Diario La Capital de Rosario
Ayer fue Día de los Jardines de Infantes y quiero hacer un llamado a la reflexión.
Hoy que los valores están cada vez más desdibujados, la tarea docente es ardua. Es apremiante transmitir a nuestros niños valores de vida tales como libertad, igualdad, justicia, responsabilidad, honradez, respeto, verdad, solidaridad, tolerancia; principales cimientos que sustentan a toda escuela–familia.
La omisión y/o la falta de fidelidad a estos se está tornando un verdadero desatino, un error. Debemos trabajar entonces para procurar sujetos con mente abierta, pensantes, reflexivos, críticos, que desarrollen criterio propio y sobrelleven los cambios sociales más allá de este momento histórico. Ahora bien, el decir y el hacer deben recorrer un camino simultáneo, cuando se bifurcan se pierde el sentido de los valores que pretendemos transmitir. Gestionar incansablemente climas de armonía, promover canales de comunicación veraces, claros y fluidos, diálogos permanentes donde prime la lealtad, el valor y el respeto son condiciones ineludibles para lograr "educar en la formación de valores".
Se enseña con la palabra, la acción, el respeto. Sostener la palabra a través de la acción es respetarse a sí mismo y a los otros.
Frase célebre: "El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen".
Este pensamiento tiene verdadero valor cuando se logra sostener, reforzar y profundizar en el tiempo. Sin dudarlo, el camino que conduce a esta meta es el darle valor a la palabra y a la acción, predicando y accionando constantemente con nuestro ejemplo, siendo así el mejor referente ante la mirada de nuestros niños.
Por ellos, nuestros niños, y hoy más que nunca, con treinta años de experiencia y una nueva capacitación, me sigo enriqueciendo y motivando para tratar de ser ese espejo que refleje estos valores.
Myriam Graciela Pérez, DNI 12.110.278
No hay comentarios:
Publicar un comentario