El Milagro
Dicen que un día a la guardia del Hospital Rivadavia habían faltado varios médicos porque enfermaron súbitamente, la guardia quedaba descubierta. El jefe de guardia no sabía cómo solucionarlo, estaba desesperado cuando se aparece Jesús y le dice:
- Tu has salvado muchas vidas, voy a retribuírtelo hijo mío. Yo me quedaré contigo en la guardia en reemplazo de los médicos enfermos.
El jefe de guardia no lo podía creer ¡Tener a Jesús como médico!
En eso, un brutal accidente ocurre en la puerta del Hospital, justo en la esquina de Av. Las Heras y Austria. Un hombre fue atropelladoviolentamente por un colectivo 60 y el auto que venía detrás le pasó por encima.
Destrozado, herido de muerte lo ingresan, Jesús ve que el hombre no tiene posibilidad de sobrevivir y piensa: "tendré que recurrir a un milagro".
Posa sobre el hombre sus dos manos y, como había hecho con Lázaro, le dice:
-"Levántate y anda".
El hombre absolutamente sano se levanta y sale del hospital.
La gente y sus familiares afuera no lo pueden creer. Todos habían visto el accidente, ¿como podía salir ileso?, era algo inexplicable.
Lo abordan y le preguntan:
-¿Que te hicieron?, ¿que te hicieron?, y el hombre responde:
-¡Como siempre! En estos hospitales de mier-da, ni una radiografía.
- Tu has salvado muchas vidas, voy a retribuírtelo hijo mío. Yo me quedaré contigo en la guardia en reemplazo de los médicos enfermos.
El jefe de guardia no lo podía creer ¡Tener a Jesús como médico!
En eso, un brutal accidente ocurre en la puerta del Hospital, justo en la esquina de Av. Las Heras y Austria. Un hombre fue atropelladoviolentamente por un colectivo 60 y el auto que venía detrás le pasó por encima.
Destrozado, herido de muerte lo ingresan, Jesús ve que el hombre no tiene posibilidad de sobrevivir y piensa: "tendré que recurrir a un milagro".
Posa sobre el hombre sus dos manos y, como había hecho con Lázaro, le dice:
-"Levántate y anda".
El hombre absolutamente sano se levanta y sale del hospital.
La gente y sus familiares afuera no lo pueden creer. Todos habían visto el accidente, ¿como podía salir ileso?, era algo inexplicable.
Lo abordan y le preguntan:
-¿Que te hicieron?, ¿que te hicieron?, y el hombre responde:
-¡Como siempre! En estos hospitales de mier-da, ni una radiografía.
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