Aunque creen que pueden chocar, eligen no perderse una “llamada importante”.
Fuente: Diario Clarin
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Por Elena Peralta
El dato surge de una encuesta de la Universidad Siglo XXI a conductores de entre 20 y 50 años en todo el país. El 60% de los consultados admitió haber usado el teléfono al manejar y dijo que existe probabilidad de que lo haga en los próximos seis meses. “Lo llamativo es que a nadie lo toma de sorpresa la prohibición.
El 93% aseguró saber que la ley castiga a los que usan el teléfono”, explica Aldo Merlino, director de la Secretaría de Investigación de la universidad.
Los conductores que usan el teléfono tampoco desconocen el peligro. El 73, 7% de los encuestados cree que es probable o muy probable que tenga un accidente mientras habla y maneja. Ante la pregunta lógica de por qué lo hacen si lo ven riesgoso, un 62% dijo que lo atienden por temor a “perder” una llamada importante. El 27,9% lo hace aún cuando le genera un gran sentimiento de culpa.
“Hay necesidad constante de estar conectado, aunque peligre la vida”, agrega Merlino.
La tentación es más fuerte en los jóvenes. El 66, 7% de los que usan el teléfono en el auto tiene entre 20 y 30 años. “Los hombres lo usan 10% más que las mujeres”, dice el investigador. Para el psicoanalista Luis Oswald, del Centro para la Prevención y el Estudio de Accidentes (CIPEA), hay “ una omnipotencia muy grande y también un componente de adicción que pesa mucho. Vivimos en un mundo exprés en el que pensar en perderse un negocio o una salida por no atender el teléfono parece más inadecuado que matarse o matar a alguien en un accidente”. Oswald agrega: “Hoy los autos reducen al máximo los estímulos externos. Son una burbuja en la que comemos, escuchamos música, navegamos por Internet. Y conducir requiere por definición la inmersión en la realidad de la calle ”.
“Atender el teléfono significa una distracción comparable a conducir alcoholizado”, advierte Alberto Silveira, presidente de Luchemos por la Vida. La ONG realizó un relevamiento en la Ciudad y detectó que los conductores que usan el celular se duplicaron en 5 años. “Son 1 de cada 10 y las multas no los disuaden”, agrega Silveira.
“El problema no es sostener el teléfono, sino hablar y conducir al mismo tiempo”, explica Fabián Pons, de Cesvi. Un informe de la entidad indica que la distracción se lleva el 19% de las fallas humanas en accidentes de tránsito. Hay otros ítems como invasión de carril, velocidad alta o maniobra abrupta que muchas veces pueden ser ocasionadas por atender el teléfono mientras manejamos. Una tentación que puede costar el precio más grande: la propia vida.
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