Así como el dictamen sobre irregularidades en nueve loteos de Funes volvió a poner de manifiesto diferencias de criterio dentro del Colegio de Arquitectos de Rosario, ahora parece que una misma situación está por irrumpir en el cuerpo que nuclea a los agrimensores locales, que también participó del informe.
Es que según una versión a la que accedió punto biz y que proviene de uno de los profesionales de ese órgano, habría una movida interna que busca desacreditar el polémico dictamen hecho público en junio. Quienes llevan adelante esta iniciativa cuestionan “éticamente” el accionar del directorio del Colegio de Profesionales de la Agrimensura, y esta semana harán público un informe en tal sentido.
Una fuente calificada del Colegio que prefirió mantener su nombre en reserva, dijo desconocer esta movida. Pero reconoció que sigue habiendo avances desde diferentes sectores fuera de la institución, que buscan poner en “jaque” al directorio.
En este sentido, contó que el Concejo de Funes envió semanas atrás una carta documento al Colegio. “Pedían que el dictamen que se hizo público el mes pasado tenga las firmas de los integrantes de las subcomisiones del Colegio. Pero eso no es posible, porque las subcomisiones no tienen entidad jurídica”, señaló, y agregó que sus “miembros son colaboradores ad hoc que pueden tratar determinados temas, pero es el directorio quien firma después”.
La misma fuente aseguró que el dictamen sobre supuestas irregularidades en los loteos de Funes fue votado unánimemente por todo el directorio, y luego firmado por la presidenta del Colegio de Agrimensores, Liliana Pasinato.
Por otro lado, el agrimensor se quejó del tono intimidatorio de la carta documento enviada por el Concejo Municipal de Funes. “A pesar de esto, dos semanas atrás esa correspondencia fue respondida muy respetuosamente por el Colegio, donde se les dice a los concejales que el dictamen fue elaborado en base a un expediente presentado por (la concejala Mónica) Tomei. Además, se los invita a que si tienen esa información actualizada, la envíen al Colegio para hacer un nuevo dictamen”, dijo.
Desarrolladores contraatacan y llevan a
Arquitectos y Agrimensores a la Justicia
Sigue la polémica por los loteos en Funes.
Ante el daño económico que afrontan y entusiasmados
por el respaldo del Ministerio de Aguas,
uno de los empresarios arremete contra Edgardo Bagnasco.
Ante el daño económico que afrontan y entusiasmados
por el respaldo del Ministerio de Aguas,
uno de los empresarios arremete contra Edgardo Bagnasco.
La polémica por los loteos en Funes se dirimirá en la Justicia. Federico Gilli, titular de la inmobiliaria que lleva su apellido y que desarrolla los barrios abiertos Funes Town y Funes City, anticipó a punto biz que en pocos días presentarán acciones legales contra el Colegio de Agrimensores y el de Arquitectos en general y contra el presidente de la institución, Edgardo Bagnasco en particular, por su polémico informe sobre irregularidades en la conformación y comercialización de los loteos.
Los emprendedores aseguran que “es enorme” el daño que les provocó el informe que presentaron a la prensa los titulares de los órganos colegiados de arquitectos y agrimensores, y de acuerdo a lo que comentaron, ya reunieron los argumentos necesarios para comprobar que las acusaciones son falsas. Por ello, reclaman que sea un juez quien tome cartas en el asunto.
“Se están recolectando las últimas pruebas pero la presentación será en los próximos días y sabemos que otros desarrolladores y la propia Municipalidad también están preparando acciones”, señaló Federico Gilli.
Suma peso específico a la demanda el anuncio que realizó hoy el Ministerio de Aguas y Servicios Públicos, que se despegó de la polémica y garantizó que “los nuevos barrios de Funes y Roldán no generan mayores escurrimientos y por tanto no modifican la situación hidráulica en la cuenca del arroyo Ludueña” (ver adjunta).
“Las declaraciones del Ministerio comprueban que hay una clara intencionalidad de perjudicarnos. El Defensor del Pueblo (Eduardo Bistoletti, que había sugerido la suspensión de las obras “que generaban peligro de inundaciones”) no se informó para opinar y el arquitecto Bagnasco nunca más dio la cara”, se enojó Gilli.
Una vez presentadas las acciones legales, lo primero que se deberá aclarar en el estrado es si el dictamen que acusa a nueve loteos de Funes se elaboró en nombre del Colegio de Arquitectos y Agrimensores o si sólo deberán asumir responsabilidad por el escrito quienes realizaron el estudio.
“Nunca conseguimos el informe firmado por los profesionales que llevaron a cabo los estudios, ni siquiera sabemos quiénes son porque no nos consultaron jamás. En su momento, fuimos con una escribana al Colegio de Arquitectos y tenemos constatación notarial de que nos negaron el documento. En el de Agrimensores nos lo dieron, pero sin firmar”, indicó el empresario.
Bronca entre inversores
Si bien desde Gilli no sacaron los números finos del impacto comercial que les generó la denuncia de los colegios, admiten que en todos los emprendimientos hubo ventas de terrenos que estaban encaminadas que se frenaron y que entre quienes ya invirtieron se debaten entre el miedo y la indignación.
“Son 1.700 personas que compraron lotes, a los que les mostramos la ordenanza y las factibilidades que tuvimos que cumplimentar para comercializar. Así que los que ya no tienen miedo, están enfurecidos porque con todo este revuelo no saben cómo se van a valorizar sus propiedades en el futuro”, relató Gilli.
Además, el empresario aseguró que debido a la polémica se paralizaron dos proyectos que la empresa tenía en carpeta, para los que ya habían sondeado nuevos terrenos.
¿Qué denunciaban?
En el dictamen que dieron a conocer en conferencia de prensa los Colegios de Arquitectos y Agrimensores, los profesionales concluyeron lo siguiente con respecto a Funes town:
"El hecho más impactante que tiene este emprendimiento es que apenas sancionada la ordenanza, sin tener todavía la propiedad del inmueble el emprendedor comienza a comercializar la venta de lotes. Lo que se hace aquí en realidad es firmar la incorporación a un fideicomiso, aunque no se publicite de esta manera sino como la venta de lotes. El adquiriente pasa a ser un inversor con todas las consecuencias jurídicas que ello representa", narra el informe. Y agrega que como no cuenta con el servicio de agua potable, el ministerio que autoriza la instalación podría demandar una inversión irrealizable para autorizar la instalación.
Al respecto, Gilli había esgrimido que en las publicidades de los desarrollos nunca se habló de venta de lotes, y que quienes apostaron por los barrios abiertos que su empresa comercializa tenían claras las condiciones de compra, a saber, la existencia de la figura del fideicomiso y la falta de agua potable.
“Los comercializamos sin agua potable, como el 80% de los loteos que se venden en Funes”, aclaró el empresario.
En el caso de Funes City, los profesionales destacaron además la cercanía al aeropuerto, que obligaría a los vecinos al uso de nueva tecnología constructiva especial para mitigar ruidos. Otra vez, Gilli repitió que se recibió el ok de aeronáutica antes de iniciar el desarrollo: “Nos pidieron que la construcción empezara a cierta cantidad de metros a partir del límite del aeropuerto y que se colocara una barrera de pinos. Todo fue cumplido”, recalcó.
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