Los medios y los miedos

Se puede estar a favor, en contra, o ser neutro. Se puede tener una posición tomada al respecto, o no. Pero lo que no se puede ni se debe en un medio de comunicación es ser indiferente a una noticia. Soslayar la realidad.

Funes vive desde principios de Junio una situación particular con las urbanizaciones, que és y ha sido objeto de numerosas notas periodísticas. Encuentros, desencuentros, controversias, cruces de acusaciones, incluso hasta panfleteadas en el centro de nuestra ciudad. Esta noticia puede incomodar, puede molestar, pero no deja de ser una noticia.

Pero ocurre que algunos medios tienen miedo. Tienen miedo de perder ingresos por publicidad por publicar alguna noticia que pudiera o no afectar los intereses de sus clientes. Entonces optan por el silencio, y optan por ignorar olímpicamente la noticia.

El rol de un medio debería ser el informar los hechos crudos, desprovistos de toda ideologia y tendencia, para que luego el lector sea quien defina -en caso de ser necesario- su posicion.

No publicar una noticia por un conflicto de intereses es subestimar al lector. Es incluso algo que rebota como un Búmeran, porque el lector no es tonto y percibe que detrás de ese ocultamiento de una noticia hay un interés manifiesto.

No se puede ni se debe ser selectivo con las noticias de una comunidad. Hay que comunicar lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo. Un medio de comunicación no puede darse el lujo de filtrar noticias, debe al menos publicarlas, y luego, si procede, dar su opinión al respecto. Pero como accesorio a la noticia.

Lo positivo de estas circunstancias es que, finalmente nos podemos dar cuenta y diferenciar un medio periodístico de un vulgar folleto publicitario. No se necesita dar nombres, Funes tiene una comunidad de lectores lo suficientemente madura como para percibirlo.