lunes, 10 de diciembre de 2012

La guerra de los lotes



Medio Ambiente dio la lista de los desarrolladores que 
cumplieron con el estudio de impacto ambiental. 
Un loteador se resiste a reducir la cantidad de terrenos que 
ya vendió cerca de la pista del aeropuerto.

Germán de los Santos
Diario Cruz del Sur


“La naturaleza no se olvida y te muestra los errores”, confiesa César Máckler, secretario de Medio Ambiente. El tono refranero del funcionario está inspirado en una mirada que intenta ir por encima de la coyuntura inmediata sobre la incidencia que tendrán los fenómenos meteorológicos sobre la cuenca del Ludueña, donde hoy están asentados gran parte de los nuevos desarrollos inmobiliarios que tapizaron con cemento el suelo que hasta hace menos de cinco años era de uso rural (en algunos casos hasta hoy lo sigue siendo, según los registros de Catastro). La provincia intervino tarde, cuando ya estaban construidos gran parte de los emprendimientos urbanísticos. Pero ahora enfrenta resistencia ante cada requisitoria que les hace a los inversores.

En la cuenca del Ludueña se urbanizaron 3.376 hectáreas nuevas sobre un área de 4.920 hectáreas. Es decir, el 76 por ciento de la superficie del territorio está actualmente impermeabilizada, por lo que el agua fluye hacia los desagües a una velocidad siete veces mayor.

De un total de 50 emprendimientos en la provincia, Medio Ambiente sólo aprobó 18. Un número similar está en etapa de evaluación. Seis fueron rechazados y ocho no presentaron aún el estudio de impacto ambiental, como requiere la normativa vigente en la provincia. La ley que rige sobre este tema  (Nº 11717) fue aprobada en 1999, reglamentada en 2003 y complementada en 2011. Lo que ocurrió en el medio fue que muchos de los desarrolladores inmobiliarios empezaron a vender los terrenos a precios bastante accesibles para un sector de clase media alta sin contar con los trámites requeridos por Medio Ambiente. El caso más paradigmático y que está en proceso de evaluación es el de Tierra de Sueños 3, que por sus dimensiones –más de 2500 lotes– y dilaciones por parte de la empresa generó protestas de los propietarios que no pueden escriturar.


Extraña protesta


Pero tras conocerse la cantidad de emprendimientos aprobados por Medio Ambiente surgió una protesta inesperada de parte de vecinos de Funes City, que se quejaron por los requisitos que le pidió la provincia para la aprobación del estudio de impacto ambiental, que incluyó la eliminación de 74 lotes.

"Ahora salió con requisitos nuevos, nos pide que Grupo Land (el fideicomiso desarrollador) rehaga los planos, vuelva a mensurar el loteo y volver a realizar los trámites ante el municipio y Catastro. Mientras tanto, 48 sorteados por el plan Procrear vemos correr el tiempo y vamos camino a perder esos créditos", señaló un vecino del lugar.

“No compartimos en absoluto las restricciones y condicionamientos que ahora imponen de manera arbitraria. No existen fundamentos científicos que determinen la resolución de Medio Ambiente”, afirmó el empresario Federico Gilli, desarrollador de ese emprendimiento.

El problema es que, como ocurrió en otros emprendimientos los desarrolladores vendieron lotes que no estaban autorizados. Y el de Funes City carga con un problema extra al encontrarse al lado del aeropuerto islas Malvinas. "Funes City tiene el estudio de impacto ambiental aprobado y los vecinos pueden ir a la empresa y que le pidan las condiciones para escriturar", dijo Máckler.

Desde Medio Ambiente se mostraron extrañados de la posición de los vecinos, que parecen defender más los intereses de la empresa que los suyos. 



1 comentario:

Anónimo dijo...

Si los compradores de lotes leen lo que firmaron se darán cuenta que no compraron ningún lote, sino que participaron de un fideicomiso con los riesgos que eso implica, lo dice en una de las cláusulas. Es el riesgo de cualquier negocio, en donde a veces se gana y a veces se pierde. No compraron un lote!

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