La llamada

Esta mañana recibí una comunicación telefónica del Concejal Oficialista Horacio Rímini, muy molesto por mi post de ayer "La gran estafa".

En realidad, no debería calificar el llamado como comunicación, porque en una comunicación se necesitan de las dos partes para que la comunicación sea efectiva. En este caso, casi que se trató de un monologo de 4 minutos del concejal, en el cual se quejaba airadamente del contenido de mi post.

A esta altura de la existencia del blog (casi 3 años) resulta reiterativo de mi parte señalar que este blog no es un medio periodistico ni yo soy periodista. Dentro de las condiciones que establece Blogger para habilitar un blog no existe dicha exigencia. Un blog puede ser abierto para hablar sobre flores, sobre aviones o sobre física cuántica. Blog no es igual a periodismo. Las redes sociales tampoco lo son. Si expreso mi opinión sobre un tema en Facebook o Twitter no estoy "haciendo periodismo", a pesar que mi opinión pueda ser accedida, vista y leída por millones de personas.

Hago esta aclaración nuevamente porque Rímini insiste sobre mi rol de periodista y mi responsabilidad como medio, cuando lo que aquí vuelco son notas de mi interés -muchas de ellas sobre Funes y su zona- y articulos de opinión personal como el caso de "La gran estafa".

La comunicación se inició con una consulta, si el oficialismo y los demás partidos que aprobaron la ordenanza contaba con derecho a réplica, a lo cual intenté contestar afirmativamente, que desde luego podía escribirme y con gusto publicaría su opinión sobre el artículo mio en particular, y sobre la ordenanza que se aprobó.

Ahí finalizó la comunicación como tal, luego de mi intento de respuesta Horacio Rímini descargó una serie de afirmaciones y acusaciones sobre mi visión parcial sobre el tema, de mi supuesto apoyo a la postura de la Concejal Mónica Tomei y sobre mi rol en el periodismo y los medios.

De nada valió que intentara explicarle lo anteriormente señalado sobre los blogs, solamente se escuchaba la voz del Concejal cada vez mas molesto y alzando la voz, lo que no me daba oportunidad de responder. Luego continuó con una seguidilla de amenazas de querellas y demandas, de embargos, y de represalias por mi opinión sobre el tema.

Lo que Rímini nunca me permitió explicarle, porque él cortó la comunicación cuando terminó con su "descarga", es que en primer término las puertas del blog están abiertas para publicar su visión sobre el tema, y su explicación a los Funenses sobre este impuestazo que se consagró el pasado miércoles. Tampoco pude explicarle que mi visión de titular el post "La Gran Estafa" -si se lee el post creo humildemente que queda claro- es porque yo personamente creo que se está aumentando el costo de un servicio, en este caso la TGI, cuando la contraprestación no está a la altura de lo que se cobra. Yo opino que primero hay que mejorar notoriamente el servicio antes de aumentar su costo, y por lo que leí en la ordenanza, el incremento del costo de todos los servicios está basado pura y exclusivamente en un tema económico, del aumento de los costos, de los insumos, etc. Nada se dice de mejorar el servicio.

No grabé la comunicación, si bien mi teléfono móvil cuenta con esa posibilidad, no encontré motivo para hacerlo porque además resulté sorprendido en mi buena fé por la comunicación y por lo violenta de la misma. Hago esta aclaración porque en un tramo de la comunicación el Concejal preguntó si lo estaba grabando.

Es una pena que un funcionario público de la talla de Rímini y lo que representa para la ciudad tenga este tipo de actitudes. Es la segunda vez en estos casi tres años del blog que me llama un funcionario público, pero es la primera con este grado de virulencia y agresividad.