El desembolso lo harán los empresarios detrás de los proyectos.
A cambio, recibieron el reconocimiento de Emprendimiento Urbanístico Responsable,
lo que les allana en camino en la provincia y les cierra el frente
abierto ante reclamos de los compradores.
Fuente: Punto Biz
Atrás quedaron seis meses de arduas negociaciones y algunos enfrentamientos mediáticos. Ayer a la mañana el Municipio reconoció a través de la entrega de una etiqueta a los dos loteos de la inmobiliaria Gilli y los calificó como “lotes de calidad”.
La empresa se comprometió a prestar los servicios de agua potable, cloacas y realizar obras de accesos viales en ambos barrios. A modo de adelanto, el representante legal de la firma Jorge Bedouret estimó que invertirán más de $50 M en los tres requerimientos.
En diálogo con punto biz, el abogado admitió que la negociación entre las partes se convirtió en una “situación verdaderamente difícil”, ya que los emprendedores “debían cumplir con muchas exigencias de parte de la Provincia y sobretodo del Municipio”.
“No hay un metro de cloaca en un vasto recorrido de la Ruta 9, lo mismo en gran parte de Rosario. Sin embargo, los lotes van a tener agua potable, cloacas y una solución al impacto ambiental con muchas carreteras nuevas”, afirmó Bedouret.
En tanto, Tomei también habló del “muy complejo” acuerdo. “Hasta horas de la mañana estuvimos negociando con los emprendedores, lo único que queremos es que la gente que se vino a vivir a Funes se encuentre con un lote de calidad”, señaló la intendenta, quien se encargó también de desplegar munición gruesa contra la gestión encabezada por Juvenal Rímini, que cobijó la aprobación de varias urbanizaciones en la ciudad. “Se fue de madre, hubo un desarrollo sin planificación, con un Estado anterior bobo, con una irresponsabilidad total. Nuestros seis primeros meses de gestión los estuvimos tratando de ordenar el desastre que habían dejado en el Jardín”, enfatizó.
Bedouret, por su parte, consideró que “no ha habido fallas” de los gobiernos anteriores, aunque si estimó que hubo “diferencias en la interpretación de las leyes”. La famosa norma de Impacto ambiental “no habla de cloacas, agua corriente, habla de calidad de vida”, aseguró el abogado, que entiende que hasta la gobernación de Hermes Binner existía una interpretación distinta. “Alcanzaba con el trazado de calles, la prolijidad en el tratamiento, en algunas obras de pavimentación, hasta ahí llegaba”, sostuvo.
Como la Provincia, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, “vino visualizando cada paso”, la aprobación del estudio de impacto ambiental, última instancia para el OK definitivo a los lotes, “está al caer”.
Esas palabras fueron un bálsamo para la veintena de compradores de lotes que esperaban en la puerta del edificio municipal. Cuando vieron que los empresarios habían recibido el visto bueno, estallaron en un aplauso. Ellos y todos los inversores de los dos loteos, “a partir de este momento ya están autorizados a comenzar a construir previo los trámites de comienzo de obras que tienen que hacer en la Municipalidad”, aseveró Bedouret.
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