Más de 300 kilos de pasta base y cocaína procesada fueron
incautados ayer en una casa de Funes en el marco de lo que el
gobierno nacional calificó como "el mayor golpe al narcotráfico en la zona"
Por Andrés Abramowski
Diario La Capital
Más de 300 kilos de pasta base y cocaína procesada fueron incautados ayer en una casa de Funes en el marco de lo que el gobierno nacional calificó como "el mayor golpe al narcotráfico en la provincia de Santa Fe". En esa vivienda fue apresado Delfín David Zacarías, un hombre de 48 años afincado en Granadero Baigorria que era investigado por su increíble crecimiento patrimonial y cuyo curioso nombre debe haber inspirado la denominación del operativo: "Flipper". Fueron 14 allanamientos en Rosario, Buenos Aires y el conurbano que arrojaron la detención de otras 11 personas —cuatro de ellas familiares de Zacarías— además del secuestro de más de 2 mil litros de precursores químicos para la elaboración de la droga, once vehículos y tanto dinero en efectivo en diversas monedas que al cierre de esta edición no se había terminado de contabilizar.
La magnitud del operativo tuvo su correlato en la presencia del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien llegó hasta Funes a dar los anuncios oficiales.
Zacarías ya purgó una condena por narcotráfico hasta 2005 en la cárcel de Coronda y era investigado —tal como reflejó este diario el 25 de agosto— por su creciente patrimonio, que incluía al menos 24 vehículos y 40 inmuebles, de los cuales 36 fueron adquiridos en menos de un año (ver aparte). No obstante, el origen del operativo concretado ayer fue un violento hecho ocurrido en marzo frente a un búnker de venta de drogas del barrio La Cerámica.
Gran cocina. El epicentro del operativo Flipper fue un chalé de dos plantas de grandes dimensiones en un terreno no muy extenso ubicado en Las Achiras 2528, a la altura de la garita 16 de Funes. El allanamiento comenzó a la mañana y se prolongó hasta media tarde.
Allí, ante la vista de periodistas y curiosos, personal de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal acomodó debajo de una galería bidones, panes de droga y bolsas con sustancias blancas. Sobre el césped del jardín se exhibieron máquinas y elementos para elaborar cocaína: prensas, moldes, secadoras, mezcladoras y un secarropas para el centrifugado.
"Hace mucho que no veíamos algo así", confió a este diario el titular de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, sobre las dimensiones de la cocina hallada.
Zacarías fue hallado literalmente con las manos en la masa, en pleno proceso de elaboración de la droga al que se dedicaba personalmente. En esa casa, cuya actividad los investigadores detectaron hace menos de una semana, Delfín fue apresado junto con su esposa y su hijo Joel.
Fuentes allegadas al caso indicaron que entre los 12 detenidos también hay una hija de Zacarías y su nuera, arrestada mientras estaba por realizarse una cirugía menor en un efector baigorriense.
Los pesquisas señalaron que la familia no habitaba en esa casa de Funes, aunque presumen que habría gente que cuidaba las instalaciones en las que se hallaron 300 kilos de cocaína y pasta base —hasta ayer no se había discriminado cuánto de cada sustancia— y 400 litros de acetona, además de una cantidad no precisada de euros, dólares y pesos.
Ramas. Pero el operativo no se limitó a la cocina de la organización. Además de una decena de procedimientos en lugares no precisados del Gran Rosario —no se descartaba que uno fuera la remisería de la esposa de Zacarías, en Baigorria—, también se allanaron una casa quinta de Timbúes y dos en el norte del Gran Buenos Aires: una en Grand Bourg y otra en Don Torcuato, donde se hallaron 1.600 litros de acetona (empleada para cocinar la pasta base) lista para mandar a la cocina.
Como saldo de los operativos, además de los 12 detenidos y la droga, se incautaron 11 vehículos, una casa rodante, más de 2 mil litros de precursores químicos —acetona, éter, ácido sulfúrico, cafeína— y las máquinas, entre ellas una envasadora de termosellado al vacío.
Mientras no se descartaba la realización de más allanamientos, ayer se especulaba con que Zacarías es el cabecilla de la organización, al menos "en esta etapa de la investigación y en esta zona", según confió una fuente allegada al caso. No obstante, si bien el epicentro de la banda sería Rosario, es posible que además tenga ramificaciones en el Gran Buenos Aires y en el extranjero.
Desde marzo. La investigación que culminó con la detención de Zacarías se remonta a marzo pasado, luego de un tiroteo frente a un quiosco de drogas del barrio La Cerámica en el cual fue herida una mujer. Al parecer eso ocasionó que los vecinos destruyeran el búnker, lo cual motivó a quienes lo manejaban a amenazar a dos vecinos que tuvieron que abandonar el barrio y hoy estarían bajo el sistema de protección de testigos.
A partir de ese suceso, el fiscal federal Juan Patricio Murray solicitó a la Superintendencia de Drogas Peligrosas que investigue la organización pero sin quedarse en los distribuidores locales sino para llegar a los estratos más elevados de la cadena, inluyendo a los proveedores de precursores.
"Detrás de una venta menor siempre hay proveedores mayores y estábamos convencidos de que había que seguir investigando. Así pudimos dar con el corazón de la producción de cocaína en Rosario", sostuvo ayer Berni, quien ponderó el trabajo de Murray y Roncaglia en lo que consideró "la mayor operación de lucha contra el narcotráfico".
El funcionario remarcó que la importancia de la operación no sólo se debe al material incautado sino también a que "se pudo detener a toda la banda". Y remarcó lo que, a su juicio, constituyó un "día histórico" ya que "este operativo marca un antes y un después en la lucha contra el narcotráfico".
Fortuna súbita con ingresos oscuros
Cuando el mediodía de ayer las autoridades de la provincia supieron que el narcotraficante detenido en una vivienda de Funes en la que funcionaba una cocina de cocaína era Delfín David Zacarías, se dieron cuenta de que la investigación que llevaban adelante los funcionarios de la Secretaría de Delitos Complejos estaba en el buen camino. Es que ese hombre de 48 años, afincado en Granadero Baigorria y que supo purgar una condena por comercialización de estupefacientes en la cárcel de Coronda, estaba bajo la mira del gobierno de Antonio Bonfatti por su exponencial crecimiento patrimonial de los últimos años, algo que no se correspondía con sus acciones comerciales o económicas lícitas.
Tal cual lo dio a conocer este diario en su edición del pasado 25 de agosto, la pesquisa en la provincia se inició con la presentación judicial que un ex funcionario de San Lorenzo radicó en el Ministerio de Seguridad que conduce Raúl Lamberto. Desde allí, con mínimos datos, se impulsó el análisis del caso desde la Subsecretaría de Delitos Económicos que está a cargo de Margarita Zabalza.
En esa denuncia se señalaba la existencia de al menos dos obras en construcción de gran magnitud en aquella ciudad del cordón industrial que el denunciante atribuía la hija de Zacarías, una chica de 24 años llamada Flavia que ayer también fue detenida.
El análisis de la envergadura económica del grupo que lideraba Delfín Zacarías, quien no registra actividad económica unipersonal, no paga IVA ni Monotributo, arrojó resultados asombrosos. La familia ostenta un total de 24 vehículos (entre ellos algunos de alta gama) y 40 inmuebles, de los cuales 36 fueron adquiridos entre el 29 de diciembre de 2008 y el 23 de diciembre de 2009. Es decir en un año.
Construcciones. En ese sentido, lo primero que se investigó fueron los registros de dos terrenos de la ciudad de San Lorenzo donde se erigen grandes construcciones atribuídas a Flavia Zacarías. Están ubicados en Congreso y Vélez Sarsfield y en pasaje Caviglio y Saavedra, ambas zonas cercanas al río y de importante valuación inmobiliaria. Allí se construyen un imponente gimnasio y una vivienda de primer nivel.
Al mismo tiempo se utilizaron las bases de datos públicas y privadas para definir las actividades comerciales de Zacarías y su estructura parental declaradas ante la Afip y la API. Esas consultas dejaron saber que los familiares del hombre aparecen inscriptos en tres actividades: construcción y servicios vinculados a la construcción, transporte de cargas y transporte de personas en remises y taxis. Todas empresas asentadas en la vecina ciudad de Granadero Baigorria.
El avance de las averiguaciones descubrió que los dos grandes lotes de San Lorenzo mencionados en la denuncia aparecían a nombre de la hija del narco y de un joven de 28 años que figuró como su empleado hasta junio de 2012. Desde entonces pasó a ser dependiente en una empresa constructora en la que Flavia es socia junto a su padre: Top Cranes.
Claro que antes de que esta investigación se conociera públicamente, el Concejo Municipal de San Lorenzo ya se había hecho eco, en 2011, de las sospechas que pesaban sobre algunas operaciones inmobiliarias del grupo.
Así quedó plasmado en una histórica sesión del cuerpo deliberativo del 21 de febrero de ese año, cuando por cuatro votos contra tres, el oficialismo (Frente Progresista Cívico y Social) logró que se aprobara un pedido de excepción para construir un inmueble de un valor varias veces millonario, curiosamente de manos de una empresaria de 21 años cuyas actividades económicas eran desconocidas: Flavia Zacarías.
"Claramente, el operativo en Funes se nutrió de la investigación realizada por la provincia"
Lo dijo la titular de la Secretaría de Delitos Complejos, Ana Viglione. "Muchos de los lugares que se allanaron constan en la denuncia que presentamos en mayo ante la Fiscalía", añadió.
La titular de la Secretaría de Delitos Complejos de Santa Fe, Ana Viglione, afirmó que el espectacular procedimiento antidrogas realizado ayer en Funes por la Policía Federal "claramente se nutrió de la investigación y de la denuncia que en mayo pasado" había realizado la fuerza de seguridad de la provincia.
En declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, Viglione fue consultada sobre el allanamiento que encabezó ayer el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y que derivó en el secuestro de más de 300 kilos de cocaína y en la detención de trece personas, entre ellas el supuesto cabecilla de la banda.
"Festejamos el procedimiento de ayer, porque confirma las líneas de investigación que teníamos y que habíamos presentado en mayo ante la Fiscalía. Creemos que el procedimiento de ayer, claramente, se nutrió de la investigación hecha por la provincia. Muchos de los lugares a donde concurrieron y se allanaron constan en la denuncia. Los nombres del imputado y de su núcleo familiar, y otros datos, nos hace decir que todo lo que nosotros habíamos aportado en la denuncia coinciden y fueron sumados a esa investigación", manifestó la funcionaria.
Viglione sostuvo que creía "que la articulación y el respeto a las instituciones para el avance en esta lucha es clave".
"A diez de la creación de esta secretaría podemos dar cuenta de lo que se está haciendo. Tenemos más investigaciones en marcha. Nosotros apuntamos a fortalecer estas investigaciones apuntando desarticular las bandas desde lo económico. Porque el secuestro nada más de estupefacientes, y dejar toda la estructura económica armada, será una pérdida de un negocio. Apuntando al poder económico es donde comienza a desarticular estas banda. En eso queremos fortalecernos en la provincia", añadió.
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