¿Y si en vez de ofrecer inútiles recompensas para encontrar al asesino del hincha de Vélez, se suspendía todo el fútbol -y su enorme maquinaria comercial y mediática- hasta que lo metan preso?
Tengo la sensación que, de haberse frenado el torneo, el asesino hubiese aparecido en pocos días. Demasiada sangre ya mancha la pelota hace tiempo, pero parece que nunca es suficiente para que alguien diga basta.
Hablar de la violencia en el fútbol ya es casi lo mismo que nada. Siempre se dicen más o menos las mismas cosas, se finge una indignación rápida y se plantean medidas que todos saben que nadie va a tomar.
Después se pasa a otro tema y "todo pasa", como dice "Don Julio".
Ya se podría haber llenado un cementerio con todos los muertos que hubo alrededor del fútbol.
Sin embargo -casi- nadie desde los medios más importantes plantea la posibilidad de parar en serio la pelota. El negocio del fútbol es asesino y cómplice. Y nosotros -los que seguimos discutiendo a Riquelme- también.
Tengo la sensación que, de haberse frenado el torneo, el asesino hubiese aparecido en pocos días. Demasiada sangre ya mancha la pelota hace tiempo, pero parece que nunca es suficiente para que alguien diga basta.
Hablar de la violencia en el fútbol ya es casi lo mismo que nada. Siempre se dicen más o menos las mismas cosas, se finge una indignación rápida y se plantean medidas que todos saben que nadie va a tomar.
Después se pasa a otro tema y "todo pasa", como dice "Don Julio".
Ya se podría haber llenado un cementerio con todos los muertos que hubo alrededor del fútbol.
Sin embargo -casi- nadie desde los medios más importantes plantea la posibilidad de parar en serio la pelota. El negocio del fútbol es asesino y cómplice. Y nosotros -los que seguimos discutiendo a Riquelme- también.
Por Lalo Zanoni. Periodista, 31 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario