viernes, 14 de marzo de 2008

Funes: la elección de Galtieri

La presente nota me ha sido enviada por el escritor y periodista Carlos Del Frade.

-Venimos a imponer un proyecto de paz de cien años- anunció el entonces General de Brigada, Leopoldo Fortunato Galtieri, cuando asumió la comandancia del Segundo Cuerpo de Ejército con jurisdicción sobre las provincias de Santa Fe, Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes y Entre Ríos, el 12 de octubre de 1976.

Reemplazaba al también general Ramón Genaro Díaz Bessone, el hombre que había diseñado el esquema represivo para la media docena de estados argentinos desde la esquina de Moreno y Córdoba, en la ciudad de Rosario, donde funcionaba la sede de la llamada “gran unidad de batalla”.

La paz anunciada por Galtieri fue la planificación del secuestro, la desaparición, la tortura, el robo de bebés y la muerte de casi un millar y medio de militantes políticos y sociales durante su reinado hasta febrero de 1979, cuando de la mano del poder económico de la región llegó a ser Jefe del Primer Cuerpo de Ejército y después el presidente que llevó al país a la locura de Malvinas.

El proyecto de Galtieri era ser elegido por el voto popular a la salida del terrorismo de estado. Tuvo dos ideas: quebrar a los cuadros de la organización Montoneros para convertirlos en sus principales operadores políticos, cosa que se cayó cuando Tulio Valenzuela se escapó de la llamada Quinta de Funes, ubicada sobre ruta 9 y calle San José, en Funes; y la otra idea, recuperar Malvinas, confiar en que Estados Unidos no se metería en el conflicto y resultar electo a través de las urnas.

En esos casi tres años que Galtieri fue el amo de la vida, la muerte y el dinero en el Gran Rosario, la geografía de Funes adquirió una importancia táctica de primera magnitud.

Disminuyó el poder de fuego y tortura de los grupos de tareas del Servicio de Informaciones de la policía rosarina al mando de Agustín Feced y desplazó a los militantes intermedios de Montoneros hacia la Quinta de Funes, previo paso por la Intermedia, lugar de retención de detenidos en cercanías de La Ribera, al norte de la ciudad de Puerto San Martín; La Calamita, en Granadero Baigorria y que venía operando desde antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976; y varias otras residencias que distintos empresarios cedieron al Comando a cambio de diferentes favores que otorgaron los proveedores del odio.

Entre ellos, La Española, El Castillo y las distintas quintas operativas de Fisherton, en una de las cuales estuvo ubicado el ex sacerdote católico, Santiago Mac Guire.

La elección de Funes fue una decisión política militar luego de la destrucción de las últimas células operativas del Ejército Revolucionario del Pueblo. Como consecuencia de la decidida conducción de la represión que ahora centralizaba el Ejército desde Rosario, Feced es desplazado en febrero de 1978, con la excusa del Mundial de fútbol. Una razón que también tuvo en cuenta Galtieri a la hora de desplazar la tortura masiva practicada en el Servicio de Informaciones, localizado en la esquina de San Lorenzo y Dorrego, y llevarla lejos de la mirada de los periodistas extranjeros que iban llegando a partir de 1977.

Fue en agosto de aquel año que la familia Fedele alquila la Quinta de calle San José al entonces Teniente Daniel Amelong, al mismo tiempo que ya funcionaban las otras dependencias y que, además, contaban con la ventaja de estar cerca del aeropuerto para hacer los famosos traslados de los cuales participaban militares e integrantes de la policía provincial, de acuerdo a los testimonios de los sobrevivientes.

Funes no puede tapar las huellas del terrorismo de estado. Por su bella geografía pasaron, aproximadamente, entre ciento cincuenta y doscientas personas en el período que va desde principios de 1977 a mediados de 1978, de acuerdo a las proyecciones que pueden realizarse a partir de los testimonios de los sobrevivientes.

Hay que pensar que mil ochocientas personas fueron secuestradas y torturadas en el Servicio de Informaciones de la policía rosarina entre 1976 y 1979, tal como lo reveló el ex teniente coronel, Eduardo González Roulet, según consta en el expediente 47.913, el original de la denominada causa Feced.

Modificar la estructura de La Española, El Castillo o la propia Quinta es establecer un contrato de complicidad con lo peor de la historia argentina.

Hechos. Fue recién en marzo de 2004, cuando la policía Federal de Rosario llegó hasta la estancia “La Española”, ubicada en calle Catamarca 1150 de Funes. La orden venía del entonces juez federal Omar Digerónimo. “Algunas características observadas por los peritos ayer no habrían respondido acabadamente a la descripción que hicieron de La Española una persona torturada y la esposa de un desaparecido, ambos testimonios incluidos en la causa por la Verdad Histórica que se tramita en los juzgados federales. De todas maneras, la comparación de los ambientes, de un sótano y un baño que aparecían en los testimonios, podría afinarse en base a los planos, las fotos y las filmaciones obtenidas ayer. Cuando los policías ingresaron, la vivienda era ocupada por un casero, escenario similar al que se presentó cuando concurrieron a El Castillo junto a Bielsa”, describió el diario “La Capital”.

Días después, el martes 20 de abril de 2004, tres mujeres y dos hombres participaron del trámite de reconocimiento de potenciales lugares en los que soportaron cautiverios y torturas bajo la supervisión del entonces juez federal Omar Digerónimo y el querellante Equipo Jurídico de Derechos Humanos, que integraban -entre otros abogados- Matilde Bruera, Nadia Schujman y Gonzalo Stara.

En una instancia anterior, en diciembre de 2003, Rafael Bilesa, ex ministro de Relaciones Exteriores de la Nación reconoció El Castillo (o El Fortín) como el lugar en el que fue recluido, encadenado y torturado. La mencionada construcción está localizado a dos kilómetros del centro de Funes y cerca de la cabecera de pista del aeropuerto de Fisherton.

En tanto, La Española, es una casona rodeada de 4 o 5 hectáreas ubicada a pocas cuadras de la primera. También se habló, durante aquella jornada de reconocimientos de abril de 2004, sobre la presencia de otra cárcel clandestina. Es que los relatos reflejaron coincidencias a la hora de recordar imágenes de un cementerio o de una vía del ferrocarril (que existen en Funes), además del ruido de motores o turbinas de aviones que, presumiblemente, darían cuenta de la proximidad de la estación aérea. Dos de ellos, Adriana Quaranta y Susana Zita, reconocieron El Castillo.

"Siempre se trabajó con la hipótesis de La Quinta de Funes como único centro clandestino y se siguió el recorrido que marcó Jaime Dri. Es decir, el traslado de los detenidos a la Escuela Magnasco (Ovidio Lagos y Zeballos), a fines de 1977, y en febrero de 1978 a la quinta La Intermedia, sobre la autopista Rosario-Santa Fe, en La Ribera, que todavía pertenece a los Amelong", señalaron los abogados de las víctimas en los primeros días de mayo de 2004.

"En realidad hubo muchas quintas, algo que recién ahora se investiga, porque ni siquiera apareció en la causa Feced", apuntaron los profesionales ante los medios de comunicación regionales.

Un dato aportado al Equipo Jurídico reveló la existencia del centro clandestino de detención El Castillo, reconocido por el canciller Rafael Bielsa como el sitio de su cautiverio en 1977 y el lugar donde tuvo una entrevista con Leopoldo Galtieri.

"Bielsa reconoció el sótano donde estuvo preso, el baño, el cuarto de torturas, la cocina y un mangrullo antiguo que tenía una pieza donde estuvo con otros detenidos. Describió El Castillo como una quinta operativa, donde había movimiento del Ejército y la policía", recordó la doctora Matilde Bruera.

Por su parte, el ex intendente de Funes, Juan Míguez, reveló la existencia de otro centro clandestino, llamado La Española. Algo que era vox populi, pero que no había llegado a los oídos de la Justicia.



Copio y pego mail de Carlos del Frade, ampliando el tema:
Estimado Marcelo, hay un problema grande en relación a los lugares de retención de detenidos, una definición distinta a la de centro clandestino de detención.
En los primeros es necesario destacar que se trataban de lugares en donde las personas estaban muy poco tiempo, la mayoría del mismo tabicados y en donde también sufrían torturas, vejaciones y golpes.
Nunca más de tres días. Esa era la mecánica en todo el país. Sobre ellos hay poca información. En esto entra La Española. Por eso es fundamental el testimonio de los vecinos más que de los sobrevivientes porque, como en el caso de Fernando, hay indicios imprecisos justamente por la brevedad de la ubicación en esas quintas operacionales como también la llamaban. De tal forma que es muy importante el testimonio de Míguez.
Alrededor de los famosos 340 centros clandestinos de detención de los que habla el primer informe de la CONADEP comenzaron a aparecer hasta el día de hoy, muchos testimonios que sumaron LRD (incluso esto ya figura en la primera versión del Nunca Más) y que van ocupando esos espacios en los relatos de las víctimas que, en un primer momento, no pudieron ser completados con otra investigación. Por ejemplo, si terminaban en el Servicio de Informaciones de la Jefatura de Rosario o en la Comisaría Cuarta de Santa Fe, las preguntas estaban dirigidas a saber condiciones de torturas en ellos y pasaban por alto las instancias o estaciones previas.
Allí está el por qué de tu duda. Pero evidentemente hubo muchos LDR en Funes, Fisherton y la zona sur de Rosario como lo dicen los relatos en los expedientes originales de la CONADEP. Esos testimonios están en los anexos de la causa 47.913, Agustín Feced y otros. A ellos se agregan actuales relatos de vecinos y vecinas que
superan el miedo y aseguran movimientos militares o de las patotas policiales y
civiles en casas que, hasta ahora, no figuraban en esas listas originales.
Un abrazo grande y a seguir construyendo memoria.
Carlos del Frade
Se puede hablar del tema, discutir, discernir, sin descalificar, sin agredir y sin imponer puntos de vista. Muchas gracias Carlos por el tiempo dispensado. Un honor haber contado con tu aporte.


Carlos del Frade

Nació en Rosario el 5 de febrero de 1963. Es periodista y escritor. Conferencista y docente sobre historia regional, nacional e investigación periodística.
Ha publicado, entre otros trabajos: "Ecología y reconversión industrial en el Gran Rosario"; "Postales del ex cordón industrial del Gran Rosario"; "La iglesia y la construcción de la impunidad"; "Desaparecidos, desocupados"; "Impunidades y esperanzas"; "El Rosario de Galtieri y Feced"; "Artigas y San Martín, el proyecto para el siglo XXI"; "Somisa y Ponce de León, dos desaparecidos"; "Ciudad blanca, crónica negra. Historia del narcotráfico en Santa Fue"; "De Cavallo a Belgrano"; "De Saavedra a Duhalde"; "La Santa Fe de la revolución"; "¿Quién mato a Constantino Razzetti?"; "Orgullo portuario"; "Pibes. La historia en carne viva"; "Sante Fue. Una provincia robada"; "Matar para robar. Lucha para vivir"; "Escuelas esperanzas", en colaboración con Marta Fehrman; "La deuda interna santafesina. A cien años del informe Bialet Massé"; "Maestros. El porfiado sueño de todos los días"; "Historia futbolera del futuro"; "Nosotros, los trabajadores" y "Central, Ñuls: la ciudad goleada. Fútbol, lavado de dinero y poder", mayo de 2005.
Logró, entre otros, los premios "Discépolo del pueblo al solidario con la cicatriz ajena", reconocido a nivel nacional por la Cámara de Diputados de la Nación, entregado el 28 de junio de 2002 en el teatro parque España, por el actor Emilio Lenski, de Rosario.
"Martín Fierro", 1999, al Mejor Programa Periodístico del Interior del pais, por "Apuntes", que se emitía por LT8. Premio Martín Fierro a su programa "Columnas de Madianoche", por LT8 Radio Rosario, al mejor periodístico del interior del país en el año 1994. Premio Nacional Prensario, por su video "Inundaciones, la revelación del agua", 1993. Premio Memorial de la Paz, 1993, por su trabajo periodístico en favor de los derechos humanos y la historia social, entregado por el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Premio Nacional "Coraje", entregado por la fundación tierra alerta, filial argentina de Greenpeace, año 1988, por su investigación sobre la contaminación ambiental y la agresión a los trabajadores a las empresas del Gran Rosario.
Actual director y conductor periodístico de los programas "Otros Mundos", que se emite por LT8 Rosario, los domingos de 21 a 22; y "Sobre la hora", FM Red TL, de lunes a viernes de 8 a 10; "La Voz del Grillo", por Televisión Regional de San Lorenzo, los miércoles de 21 a 22; y de "Radiohistorias" por radio Universidad de Rosario desde 2002, de lunes a viernes de 23 a 24. Actual director de "Postales del Sur.
El primer sitio de investigación periodística de la región", sitio de internet
http://www.postalesdelsur.net/, desde octubre de 2001. Actual redactor del mensuario "El Eslabón" "Postales" y "El vecino", y del portal de noticias sobre pibes, "pelota de Trapo.
su mail:
mailto:delfradec@ciudad.com.ar

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Grande Del Frade...es un "craneo" hoy tuve que ver el desagradable cable del ladron de señales de TV (sabran cual es) y estaban entrevistando a una señora y a Pablo villanueva, esta señora planteaba que "en cada centro de detencion que hubo hay que hacer un Museo de la Memoria" (textual),si en Funes hubo tres centros, tendria que haber Tres Museos de la Memoria ¿no será mucho? en Rosario esta y muy poca veces va alguien.

Anónimo dijo...

Gracias Del Frade por poner luz a tanta oscuridad. Es tramendo el pensamiento nefasto de tantos funenses que no quieren ver y seguir poniendo la mugre bajo la alfombra. Uno que seguro sabe mucho de aquella época nefasta es Vesco, es señor oscuro que es "aesor legal" de la Municipalidad

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