"NO PUEDE SER" fue la primera expresión de los vecinos de Angelomé y Montevideo, cuando días pasados amanecieron con los restos de lo que fue un contenedor, destinado a ser depositario de los residuos domiciliarios de la zona.
El hecho evidencia claramente la marginación cultural de quienes entienden que la diversión pasa por destruir aquello que sirve a toda la comunidad, revelando vaya a saber que raros designios los iluminan.
Las palabras suenan vacías ante tamaña actitud vandálica; la imagen no deja margen para las dudas.
Pero esta experiencia puesta en marcha por el estado municipal en la zona norte de la ciudad continuará su acción, ya que más allá que una minoría no acepta la convivencia como un estilo de vida, la gran mayoría de los vecinos entiende que este proyecto tiene como objetivo una mejor calidad de vida.
Oficina de Prensa
Municipalidad de Funes
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